Un boliviano cuenta cómo es vivir en medio de la guerra en Israel
Kevin Laura, un boliviano que vive en Israel, relató que “estamos acostumbrado a las alarmas, no es la primera guerra que vivimos”.
Laura cuenta cómo es vivir en medio de los ataques de Irán y otro país del Medio Oriente y que en su domicilio tiene un cuarto de antibombas que está fabricado con concreto y metal.
El bolivianos vive en Tevi Aviv, Israel, desde hace 14 años. Relató, a Red Uno, su experiencia de los ataques con misiles de Irán contra ese país ocurridos ayer, martes. Confirmó que los ciudadanos están acostumbrados a las alarmas y mostró a través de un video el refugio o búnker que tiene en su vivienda para protegerse de los explosivos.
“Durante unas dos horas de anoche, las alarmas no pararon de sonar por los misiles balísticos que lanzaron desde Irán, esos misiles son más grandes y nos los destruye la Cúpula de Hierro (el sistema antimisiles israelí), pero solo dos misiles impactaron y no hay víctimas”, narró el ciudadano a la red Uno. Además, explicó que en su domicilio tiene un “cuarto de refugio antibombas”, fabricado con concreto y metal.
"En las calles y plazas también hay refugios, y el Gobierno ha puesto a buen resguardo a todos los ciudadanos, además no es la primera guerra que vivimos esto en este país”, añadió mientras mostró el cuarto, que tiene una puerta metálica y también está cubierto con metal por dentro. Está habilitado para dormir por días y cuenta con un espacio para almacenar víveres.
La costumbre que tiene a las alarmas por las guerras desde hace mucho tiempo hizo que sepa cómo actuar en determinadas situaciones cuando se encuentra en la calle o en el autobús.
Este martes, Irán lanzo 200 mísiles en contra de Israel. Desde abril fueron atacados por ese país con una serie de misiles y drones, esto como respuesta a la muerte de siete militares en el consulado iraní en Damasco y el ataque contra Hezbolá en Líbano.
“Estamos cerca de cualquier refugio; las directrices del comando de seguridad ayer han sido que permanezcamos cerca de un lugar de refugio, algunos no van a trabajar y los colegios están cerrados y tampoco hay actividad en restaurantes y cafeterías”, señaló Laura a la Red Uno.
