Diciembre sin presión cómo disfrutar las fiestas sin perder la paz
Las fiestas de fin de año son un momento de celebración, reencuentros esperados y alegría, donde las luces brillantes y la música festiva crean un ambiente mágico que invita a la reflexión y la esperanza. Sin embargo, detrás de esta fachada de felicidad, muchas personas enfrentan una realidad más compleja.
Para algunos, esta época del año puede convertirse en una fuente de estrés y ansiedad, por las expectativas sociales, las presiones familiares y las comparaciones con los demás. La búsqueda del regalo perfecto, la planificación de cenas familiares y la necesidad de cumplir con tradiciones pueden generar una carga emocional a considerar.
Además, aquellos que pasaron por pérdidas recientes de seres queridos pueden sentir intensamente su ausencia, lo que añade una capa de tristeza a las festividades de fin de año.
Detrás de la felicidad
La comunicadora social y especialista en inteligencia emocional Mónica Barriga señala que “las fiestas son un sinónimo de ver luces hermosas y compartir comidas sabrosas con la familia”, pero también pueden esconder “un sinnúmero de malos sentimientos como la depresión, la ansiedad y la tristeza”.
Este contraste se vuelve más evidente cuando se considera que muchas personas pueden sentir la ausencia de seres queridos en la mesa, lo que intensifica el dolor emocional. “Es fundamental hablar sobre estas emociones”, enfatiza.
Asimismo, Felipe Carvalho, director de la Clínica Psicológica Integral Club Vida Plena, menciona que es importante que las personas tengan siempre una red de apoyo, es decir, tener amigos y familiares para respaldarlos y apoyarlos en esos momentos de intensas emociones y, si no fuera así, buscar un profesional para que pueda acompañarlo.
En este contexto, las relaciones sociales desempeñan un papel esencial en el bienestar emocional durante las fiestas de fin de año. Este periodo, a menudo marcado por la reunión de familiares y amigos, ofrece una valiosa oportunidad para fortalecer los lazos afectivos y crear recuerdos inolvidables. Sin embargo, también puede ser un momento de tensión, especialmente en familias donde existen conflictos o distanciamientos.
Carvalho menciona que “si cada uno se hace responsable de su propio manejo emocional, todo sería mucho más fácil, porque esperar que el otro actúe como yo creo que debería es tomar un veneno y esperar que muera otra persona”.
Cómo mantener la calma
La especialista Barriga sugiere varias estrategias prácticas para manejar el estrés y la ansiedad que pueden surgir durante las festividades, entre ellas, la meditación. Aunque no todos saben practicarla, Barriga recomienda buscar guías en plataformas como YouTube para aprender a meditar y conectar con uno mismo.
La conexión con la naturaleza es otra forma de sobrevivir al estrés. “Salir a los parques y respirar puede ser un escape necesario”, señala. Subraya que, desconectarse del bullicio festivo, es vital para el bienestar emocional. Aprender a vivir el momento sin crear expectativas es otro importante consejo. Barriga recuerda que “hay cosas que no vamos a poder hacer este año”, por lo que es mejor priorizar lo que realmente importa.
Por otro lado, Carvalho sugiere controlar la impulsividad porque “el enojo, los sentimientos fuertes de ira o sentimientos negativos u odio no son de la nada sino son evolutivos”. Para esto, el especialista recomienda “un tiempo fuera”, lo que significa 1 minuto por cada año de edad, si la persona tiene 30 años, necesita 30 minutos para relajarse y pensar : “¿cómo voy a responder a lo que estoy viviendo sin ocasionar daños hacia mi o a la otra persona?”.
Asimismo, insta a practicar la respiración “4-7-8” que sirve para controlar el estrés y la ansiedad: cuatro segundos de inhalación profunda, siete segundos para retener el aire y ocho segundos para exhalar despacio por la boca.
Cumpliendo los tiempos, “este tipo de reparación ayuda a cambiar el flujo de oxígeno en el cuerpo y fisiológicamente ayuda a calmar la ansiedad, baja la frecuencia cardíaca, baja la frecuencia respiratoria y la persona automáticamente se calma”, subraya.
Lidiar con la Tristeza y Soledad
Para aquellos que enfrentan sentimientos de tristeza o soledad, especialmente por pérdidas recientes, Barriga ofrece los siguientes consejos. Principalmente, indica que aceptar que una persona ya no está es indispensable, por la importancia de reconocer y validar estas emociones hacia la sanación en lugar de reprimirlas.
Barriga sugiere que las personas se permitan sentir su dolor sin juzgarse. Además, recomienda realizar rituales simbólicos, como encender una vela o hacer una oración, para despedir a los seres queridos con amor. Estos actos pueden proporcionar un sentido de cierre y conexión emocional, ayudando a las personas a honrar la memoria de quienes han perdido.
Límites Saludables
Durante las festividades, establecer límites en interacciones familiares conflictivas se convierte en una herramienta fundamental para priorizar la salud emocional, remarcan los especialistas. Carvalho enfatiza que establecer límites con los familiares puede ser muy difícil, pero siempre es necesario.
“Es entender que si no puedo compartir un ambiente con esa persona porque tenemos ideas muy distintas, entonces es mejor no discutir, simplemente apartarme de esas personas, porque hay gente que no está dispuesta a hablar ni ver las cosas desde una perspectiva diferente”, explica. Esta reflexión resalta la importancia de reconocer cuándo una interacción puede ser perjudicial para el bienestar emocional propio.
Además, Carvalho señala que “muchas veces, por ser familia, acabamos aceptando cosas que no queríamos ni deberíamos”. Esto es común en muchas dinámicas familiares, donde las expectativas y los patrones tradicionales pueden llevar a situaciones incómodas o incluso tóxicas.
Al establecer límites claros, se promueve un ambiente más saludable y se protege el espacio emocional de cada individuo, señala. Por lo que reconocer que el amor familiar no debe ser sinónimo de sufrimiento es un paso básico hacia la autoafirmación y el respeto personal.
Ayuda Profesional
Barriga también aborda cómo identificar cuándo se necesita ayuda profesional, un aspecto primordial para el bienestar emocional. “La depresión y la ansiedad no siempre vienen acompañadas de una mala cara o llanto”, indica, pero puede llevar a muchas personas a subestimar su estado emocional.
Por tanto, las personas deben estar atentas a señales más sutiles, como el pesimismo persistente, la falta de motivación o la pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras. “Si notas estos síntomas en ti mismo o en alguien cercano, busca ayuda inmediatamente”, aconseja, enfatizando que reconocer estos signos a tiempo puede ser importante para prevenir un deterioro mayor de la salud mental.
Cuidar la salud emocional durante las fiestas es determinante para disfrutar del espíritu festivo porque, al final del día, lo más importante es recordar que nuestras emociones son válidas y merecen ser atendidas con amor y compasión.