Cuidados de la piel. Claves para mantenerla saludable a lo largo de los años
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano, y su cuidado es fundamental para mantener su apariencia y su salud general. A lo largo de las diferentes etapas de la vida, la piel experimenta una serie de cambios que pueden influir en su textura, elasticidad y resistencia. Por ello, es importante prestar atención a sus necesidades específicas en cada fase del desarrollo.
Con el paso del tiempo, la piel se enfrenta a diversos factores que pueden impactar su estado. Entre estos, destacan el envejecimiento natural, que a medida que avanza la edad, provoca una disminución en la producción de colágeno y elastina, dos proteínas claves para mantener la firmeza y elasticidad de la piel.
Esta pérdida puede dar lugar a arrugas y flacidez, haciendo que la piel se vea menos tonificada y más vulnerable. Además, los cambios hormonales que ocurren durante etapas como la adolescencia, el embarazo o la menopausia pueden provocar alteraciones reveladoras en la piel.
A medida que una persona crece, la piel experimenta cambios significativos. La dermatóloga Mabel Cristina Mérida Nina, egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que “la exposición al sol es uno de los principales factores que contribuyen al envejecimiento prematuro”.
La radiación ultravioleta puede causar manchas y arrugas, por lo que es vital proteger la piel desde una edad temprana, añade. Por su parte, Jorge Díaz López, docente de salud laboral del Servicio Canario de Salud, en un estudio sobre riesgos dermatológicos, menciona que: “La radiación ultravioleta es un factor de riesgo importante en la salud, ya que sus consecuencias pueden derivar en alteraciones cutáneas como el cáncer de piel”.
Además, Mérida señala que “las glándulas sebáceas en los adolescentes producen más sebo, lo que puede llevar a brotes y otras imperfecciones”. En tanto, en adultos mayores, la piel tiende a volverse más seca y menos elástica, aumentando la necesidad de hidratación.
HIDRATACIÓN Y ALIMENTACIÓN
La hidratación es un aspecto primordial en todas las etapas de la vida, ya que no sólo contribuye a la salud general del organismo, sino que también juega un papel importante en el mantenimiento de una piel saludable y radiante. Mérida destaca la importancia de la proteína filagrina, señalando que “en nuestra piel es crucial para mantener una barrera cutánea efectiva”.
Esta proteína actúa como un componente esencial que ayuda a proteger la piel contra factores ambientales nocivos, como la contaminación y la radiación solar, que pueden causar daños significativos a largo plazo. Una barrera cutánea fuerte y bien hidratada es vital para evitar la deshidratación y mantener la integridad de la piel, subraya.
Con relación a la alimentación, Mabel Mérida resalta que “una dieta equilibrada influye directamente en la salud de la piel”. Esto implica que los alimentos que una persona consume tiene un impacto notable en cómo se ve y se siente su piel.
Alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras frescas, son especialmente recomendados para combatir el envejecimiento prematuro de la piel, ya que ayudan a neutralizar los radicales libres que causan daño celular. Estos antioxidantes no sólo contribuyen a una apariencia más joven y saludable, sino que también promueven una mejor función celular y regeneración de tejidos, indican los expertos.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta los efectos negativos del consumo excesivo de azúcares y alcohol. Mérida advierte sobre estos riesgos, mencionando que “el consumo excesivo de azúcares y alcohol puede acelerar el deterioro cutáneo”.
Así lo menciona también la Clínica Klenner de España, en su artículo sobre alimentos para combatir el envejecimiento. “El consumo excesivo de azúcares y alcohol puede acelerar el deterioro cutáneo, por lo que es crucial mantener una dieta equilibrada rica en antioxidantes”, dice.
Esta advertencia subraya la necesidad de adoptar hábitos alimenticios saludables para preservar la salud de nuestra piel a lo largo del tiempo.
¿RUTINA DE CUIDADO?
Mérida recalca que los cuidados de la piel son decisivos desde la infancia hasta la adultez para establecer una buena rutina de cuidado desde una edad temprana. Para los adolescentes, quienes suelen ser más propensos a problemas cutáneos como el acné debido a los cambios hormonales que experimentan, ella recomienda seguir una rutina básica que incluye varios pasos esenciales.
En primer lugar, es elemental realizar una limpieza adecuada utilizando un dermolimpiador que se adapte a su tipo de piel, lo que ayuda a eliminar impurezas y prevenir la obstrucción de los poros.
La hidratación es otro aspecto clave; aplicar una crema hidratante que se ajuste a las necesidades específicas de la piel del adolescente no sólo ayuda a mantenerla suave y flexible, sino que también refuerza la barrera cutánea.
Además, la protección solar no debe pasarse por alto: usar un protector solar con un factor de protección solar (FPS) mínimo de 30 es vital para protegerse de los daños causados por la radiación solar, que pueden resultar en quemaduras y aumentar el riesgo de envejecimiento prematuro y cáncer de piel a largo plazo.
Por último, Mérida sugiere incorporar un tratamiento transformador que incluya productos diseñados para promover la renovación celular. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos adolescentes que ya presentan signos de acné o imperfecciones en la piel.
ESTRÉS Y SALUD CUTÁNEA
Por otro lado, el estrés juega un papel importante en la salud de nuestra piel. Mérida explica que el estrés puede agravar condiciones cutáneas como el vitiligo o psoriasis. Esto se debe a que el estrés provoca una respuesta química en el cuerpo, que incluye la liberación de cortisol, una hormona que puede desencadenar diversos cambios en la piel.
Cuidar la piel es un compromiso que cada persona debe asumir desde joven hasta adulto mayor. Siguiendo una rutina adecuada de limpieza, hidratación y protección solar, así como manteniendo una dieta equilibrada y gestionando el estrés, es posible preservar la salud y belleza de la piel a lo largo del tiempo.
Mérida concluye con el siguiente mensaje: “La prevención es clave. Invertir en cuidados adecuados hoy puede marcar una gran diferencia en cómo lucirá nuestra piel mañana”. La belleza auténtica proviene de cuidar el cuerpo y la mente, y al hacerlo, no sólo se invierte en la apariencia, sino también en la salud y felicidad a largo plazo.