Un viaje por la historia del ferrocarril en Cochabamba
Hace más de un siglo, la primera Estación de Trenes en Cochabamba funcionó en el antiguo predio de la Estación de Bolivian Railway, en ex Cordeco. Actualmente la Gobernación ocupa este lugar ubicado frente a la plaza de San Sebastián. Por varios años, la Empresa de Ferrocarriles de Bolivia lo alquiló de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica Cochabamba (Elfec), a cargo de Roberto Suárez y Gustavo Hinke, y por la necesidad de poseer una terminal propia se creó la estación de San Antonio. ¿Cómo han cambiado las estaciones de trenes desde entonces?
A principios del siglo XX la región presionaba al estado para acelerar la llegada del tren de Antofagasta, situación que por fin pudo concretarse en 1917, cuando desde Oruro se conectó la línea férrea, después de haber batallado en argumentos con los empresarios mineros de La Paz y Oruro. Según datos bibliográficos, a la llegada del primer vagón se dieron cita más de 40 mil personas “de todas las clases sociales con sus mejores vestimentas”, esperanzados de que traería un significativo progreso.
Hoy, este lugar, que alguna vez fue paso de viajeros, conocido como la exestación Bolivian Railway, tiene en su fachada al descubierto el número 1917, justo el año que arribó desde Oruro el primer tren. Poco queda hoy de este histórico lugar. Al transcurrir de los años pasó a ser una oficina judicial, primero una Notaria y también sirve de ingreso a las oficinas del Gobierno Autónomo Departamental de Cochabamba.
Con el paso de los años, surgió la necesidad de tener una nueva terminal, es por ello que se crea la actual estación de San Antonio. El edificio patrimonial se ubica en la calle Tarata, en el corazón del área comercial de la reconocida zona de La Cancha. Parte del barrio de San Antonio, en la comuna Adela Zamudio (Distrito 10), al sudeste de la ciudad de Cochabamba, se terminó para 1948; sin embargo, por problemas de orden administrativo recién se llegó a utilizar 10 años más tarde. La Estación de Cochabamba fue una de las más importantes infraestructuras ferroviarias, construida como parte de la efímera modernización de los ferrocarriles de Bolivia. Abrió sus puertas el año 1964, con la inmediata administración de Empresa Nacional de Ferrocarriles del Estado de Bolivia hasta el año 1996.
En lo que fue la primera estación de 1917 llamada Bolivian Railway, hoy, al pasar por el lugar no se pueden ver indicios de que hubiesen existido vías férreas por ese sector. La misma cuenta con una infraestructura peculiar con un techo de viga vista de dos aguas de calamina, el lugar es guardado por unos muros de piedra con rejillas de hierro. Es difícil encontrar estructuras similares en la ciudad, por el tipo de construcción, su peculiar techo y otros detalles propios de infraestructuras de antaño.
La antigua Estación de Ferrocarriles, de 1948, presenta una arquitectura singular y representativa de la construcción ferroviaria y funcionalista de la época, con espacios amplios destinados al traslado de pasajeros, almacenaje de carga y el mantenimiento de las maquinarias en las maestranzas que aún se conservan en los predios de la terminal. Un lugar con techo alto da la sensación de un templo. Una fachada grande de dos pisos con muchos ambientes, varios de ellos en la actualidad están ocupados por comerciantes.
Con la construcción y puesta en marcha del Tren Metropolitano, la Estación cobró vida nuevamente. Es la médula central para el uso de cualquiera de las dos líneas la línea verde, que va hacia Colcapirhua, Quillacollo y el valle bajo; y la roja, que une el centro con la zona sur de la ciudad, pasando por la avenida Petrolera, hacia el valle alto.
Este predio estuvo abandonado desde 1996 siendo un depósito improvisado. La infraestructura remodelada incluye un centro comercial, un patio de comidas, una guardería y plazuelas con un contexto muy familiar, como se caracterizó siempre esta infraestructura, fue entregada en septiembre de 2023. La actual estación Central mezcla el estilo clásico de mediados del siglo XX con la modernidad del tren metropolitano.
LAS ESTACIONES A LOS OJOS DE LOS VECINOS
Desde hace 25 años la señora Zenobia Pardo reside cómo vendedora dentro de la Estación de San Antonio. Dijo que por varios años la infraestructura estaba sin utilizar ya que sólo “había siempre trencitos como micritos, ahí viajaban a Vila Vila, Aiquile, Misque”. Se refería al bus carril que operó por carias décadas hacia el cono sur y que fue dado de baja en 2020.
María Luz Campos, esposa de un trabajador ferroviario con 45 años de experiencia, contó que habían dos boleterías en la estación de San Antonio. “En esta estación solía haber dos boleterías para el Ferro bus, una de primera clase y otra segunda clase. El ferro bus no paraba y solía ir tan lleno incluso encima de las bodega”, rememoró.
Una señora vendedora ubicada cerca a la puerta de ingreso de la estación, que quiso mantener su anonimato, también esposa de un ex trabajador ferroviario contó que instaló su puesto hace más de 30 años. Relató que el servicio más concurrido era hacia Oruro.
Desde la histórica Bolivian Railway hasta la moderna Estación Central, se tiene registrada, en los libros y en la memoria de la gente, la transformación de la ciudad y su conexión con el resto del país.