Sé un maestro para impactar vidas
Acaba de pasar el Día del Maestro, una noble profesión que ha tomado parte importante de la formación de muchos seres humanos, justamente, por ello es que hoy quiero referirme a esos seres que tienen a jóvenes y niños durante muchas horas a su cargo. Ellos son los encargados de ver el brillo en cada ser humano, ya que el ser un educador tiene a su cargo la relación de comunicación humana, más importante, más profunda y más prolongada en el tiempo, después de la familia.
Además, no debemos olvidar que educar es transmitir el modo de empleo de la vida y abrir las ventanas a un estudiante, de la cultura, de la ciencia y hoy en día de la tecnología. El maestro está ahí en ese modo de transmisión también del modo de empleo referido a los valores y esta parte es una de las más importantes, porque la escuela educa, la familia educa, ambos educamos, pero no en los mismos valores. Es muy importante tener en cuenta que tenemos diferentes papeles, tenemos diferentes roles educativos y cada uno asume el nuestro.
El maestro educa en los valores sociales y es quien te enseña a respetar nuestra cultura, a nuestra gente, a nuestros símbolos, etc. Es precisamente un maestro, porque todo lo que el educador hace en clase tiene significado para alguien, todo suma o resta nada queda indiferente, cada palabra, cada mirada, lo que te has dado cuenta, lo que no te has dado cuenta, la decisión que has tomado justa, la decisión injusta. El alumno que levantaba la mano y no te dio tiempo y pensó: “El maestro, no me mira, no me escucha, luego no existo”, nada es indiferente así que, aunque pueda parecerlo, el alumno que no te esta atendiendo en clase o el que de alguna manera se enfrenta, para él eres biográfico, eres fundamental y esto forma parte de la belleza, de la enorme e impresionante belleza de la tarea docente.
Un alumno no es solo un número, es un ser humano que viene a clases después de haber lidiado con problemas económicos, familiares, amorosos. Un alumno es mucho más que alguien que debe ser bueno o destacar en tu materia, es alguien a quien en un momento determinado podrías aportar tanto, pero, al mismo tiempo, podrías destruir con una palabra o actitud. Es ahí donde radica la importancia de ser un maestro.
Ser un maestro implica un desafío, el desafío más grande que es el de IMPACTAR VIDAS, en lugar de tratar de flojo, desordenado, y otros adjetivos calificativos, debes buscar más allá, en lo profundo de cada vida que se te ha confiado.
Puedes hacer la diferencia entre alguien que solo ofenderá y menospreciará por una nota, o ser un verdadero MAESTRO a quien se recordará por siempre. Tú puedes impactar una vida, para bien o para mal. La tarea no es solo hacerle repetir un binomio cuadrado perfecto o las capitales del mundo, tu tarea va mucho más allá, llevarlo a que crea en él y hacerle saber que es mucho más que una nota de aprobación en tu materia.
A veces los profesores educan por impregnación, que aquello que son es lo que educa y sus entusiasmos tienen un poder contaminante y sus problemas los tienen también, sus decepciones y sus ignorancias. ¿Cuántos alumnos fracasan porque no han tenido a nadie que les ayudase a visualizar las mejores posibilidades de sí mismos?
El buen maestro tiene que ser consciente de tres cosas: que, antes de entrar a su clase y abrir la puerta, por un segundo, se detenga a pensar que ahí adentro hay un alumno mejor persona que él , que habrá como mínimo otro, que tenga más inteligencia que él, que hay otro que está esperando la palabra exacta que le ayudará para cambiar de trayecto en su vida.
Por lo tanto, eduquemos para dar vida y no para apagarla.