
RECUERDOS DEL PRESENTE
Los narcos que repelieron a balazos a los bomberos que pretendían combatir los incendios en los parques Choré y Amboró han mostrado la peligrosa situación en que se encuentra el Estado boliviano.
No solamente ocupan parques que deberían ser santuarios de flora y fauna, sino que cultivan coca en ellos, instalan sus fábricas de cocaína y, además, están seguros de que son dueños de esos territorios.
Se esperaba que fuera un duelo de titanes este 17 de octubre, con gigantescas manifestaciones en El Alto, de parte de Luis Arce, y en Yapacaní, de parte del cocalero, pero resultó una pelea de dos grupos de pelagatos.
Los asistentes al cabildo aprobaron un documento de 19 puntos en que exigen al Gobierno que siga creando empresas estatales, sin detenerse a pensar en que las 72 actuales están en quiebra, según dice el economista Antonio Saravia.
Visito Camiri con menor frecuencia de la que quisiera. Ahora estuve allí después de 56 años.
La primera vez, en 1967, debía informar de la guerrilla del Che Guevara y ahora pude comprobar que el “guerrillero heroico” se equivocó en todo.
Esta vez, en el largo viaje por tierra desde Santa Cruz, con Gary Prado como conductor, a 100 km por hora, pasábamos por caseríos de tres casas cada 20 minutos. Hace 56 años quizá eran caseríos de una casa, si hubiera habido una.
Se supone, según la propaganda del MAS, que el país está dividido entre quienes apoyan a Luis Arce y quienes respaldan a Evo Morales. Y nada más.
Las encuestas, muy tozudas, no creen esta historia. Al primero le dan 14% y al segundo, apenas 10%.
Ya sabemos que en las encuestas no influye el fraude, lo que explica esta aparente contradicción.
Pero vamos a asumir que estos dos personajes se dividen, a mitades, las preferencias de los bolivianos.
un siglo y cuarto duró la sede de gobierno en La Paz, que ahora se la apropia el Chapare. Había pasado de la región de la plata a la del estaño en 1899 y ahora pasa a la región de la droga.
Se podría decir que, en este caso, tiene razón Bill Clinton: “es la economía la que manda, estúpido”, incluso cuando se trata de la sede del gobierno.
Van tres octubres seguidos que Luis Arce habla en las Naciones Unidas como presidente de Bolivia, pero esta vez quedó en evidencia que él no es el único culpable de sus errores.
Alguien tendría que explicarle que un presidente de Bolivia no puede, jamás, apoyar la invasión militar de un territorio ajeno por parte de ningún país, una postura boliviana que se ha mantenido firme desde 1879.
El golpe más certero contra el poder de Evo Morales lo quiere dar un militante del MAS, el diputado Freddy Martínez, quien propone reducir la extensión de los cocales que autorizó al Chapare la ley 906 del gobierno del cocalero.
Tenía razón el cocalero de odiar a los Yungas y a los yungueños, porque ocurre que Martínez viene de esa región y se propone no vengarse de los golpes lanzados contra Yungas por el cocalero, sino aplicar la razón.
El Tribunal Supremo Electoral informó el 23 de agosto que había decidido abrir el padrón electoral para que sus datos sean verificados y luego dio a conocer que estaba pidiendo a la Unión Europea una auditoría del registro de los votantes.
Se está demorando demasiado el informe sobre la respuesta de la UE y la fecha en que se deberá hacer la auditoría, que muchos bolivianos esperamos con ansiedad, porque sospechamos que será como abrir la caja de Pandora de los pecados del MAS.
Si quedara un compositor de boleros de caballería, ese subgénero musical que sirve para acompañar los entierros solemnes, podría ahora componer uno referido a la retirada del Chapare del Ejército boliviano.
Se han compuesto otros boleros acerca de otras derrotas, como la retirada de Villa Montes, de Boquerón y una larga lista en nuestra atribulada historia, que resultaría muy largo enumerar.
Todos los días llegan a Bolivia unos cien chinos, según se comprueba en el aeropuerto de Santa Cruz, enviados no se sabe para qué designios políticos o económicos, pero llegan para quedarse.
Quizá estén escapando de la crisis económica que vive el dragón chino o quizá sean enviados para ir ocupando el territorio boliviano para un futuro proyecto de copamiento total.