
RECUERDOS DEL PRESENTE
Los únicos entusiastas candidatos para las elecciones del próximo año son Luis Arce y Evo Morales, enfrascados en una riña de la que probablemente salga triunfante uno de ellos o terminen llevando la rivalidad a las urnas.
El uno, que es ahora presidente, ofrece lo que se ve en sus decisiones de gobierno: más estatismo y, si tiene suerte, más socialismo para llegar, como lo ha dicho más de una vez, a ser igual que Cuba.
Después de denunciar que existe un plan para derrocarlo con un “golpe blando”, por asociación de ideas, el gobierno de Luis Arce se acordó de las FFAA, que algo saben de golpes, y les ordenó cuidar los surtidores de gasolina y diésel.
Ahora que ya nada funciona en Bolivia, que no hay combustibles ni alimentos, que las instituciones democráticas están destruidas, ¿se habrá cumplido el proyecto de los dirigentes del MAS y partirán a dar cuenta de su hazaña a sus mandantes, que seguramente han de ser extranjeros?
Luis Arce está en San Petersburgo en una cita que ya se conoce en el mundo como la reunión de los “hijos de Putin”, aludiendo al presidente ruso cuyo único mérito fue haber sido alto funcionario de la tenebrosa KGB, la policía política de la dictadura soviética.
El ministro de gobierno denuncia al cocalero Morales de tener secuestrado el territorio de Chapare ya que allí no puede actuar la policía y las leyes de Bolivia no se aplican.
Esta pelea interna de los masistas nos permite comprobar a los bolivianos que ellos también saben lo que pasa en el país desde que el partido al que pertenecen tomó el gobierno.
Le costó mucho a Luis Arce tomar la decisión de abrogar el DS 5143 por el que intervenía Derechos Reales, y lo hizo ante las protestas de todo el país y sobre todo por las amenazas de los gremialistas.
No le sirvió de nada que el ministro Iván Lima reconociera que la intención real del gobierno era copar con sus militantes el sistema de registro de la propiedad urbana, una apetitosa manzana para quienes viven de la extorsión.
Con frialdad, como quien programa un aborto, el gobierno de Luis Arce anuncia que creará 160 empresas estatales, para sumarlas a las 70 ya quebradas, causantes del más grande déficit fiscal de la historia.
¿En esto consiste ser político, en decidir cosas que sólo te beneficiarán a ti y a tus seguidores, porque les estarás dando empleo (pegas), aunque con ello estés hiriendo de muerte a la economía?
Las 250 mil minas antipersonales sembradas en la frontera con Bolivia por el ejército chileno no han sido capaces de frenar el contrabando y ahora proponen levantar un muro, similar al de Donald Trump con México.
Las minas, es cierto, sólo mataron a algunos carabineros chilenos que no habían usado los senderos de los contrabandistas y ahora, si avanzara la idea del muro, propuesta por José Antonio Kast, se deberá evitar que los albañiles pisen las minas.
La pelea en la cúpula masista consiste en que un bando acusa al otro de haber robado 425 millones de bolivianos en piscinas de evaporación y el aludido pregunta dónde están los 1.000 millones de dólares del proyecto del litio.
La pelea tira para rato, porque la lista de hechos de corrupción cometidos desde 2006 por el masismo es interminable, o casi, porque la suma total de lo robado llega a 55.000 millones de dólares.
Que un alcalde masista sea corrupto no es novedad, pero sí lo es que sea acusado y —esto es increíble— que vaya preso, lo que se explica porque se ha declarado evista.
Se lo acusa de haber comprado maquinaria no original y ensamblada en Bolivia, además con sobreprecio, algo que no figura como pecado en el diccionario de los masistas.
Se puede medir lo convencido que está el cocalero Morales de que nunca más volverá a ser presidente por el odio que muestra contra quienes identifica como los culpables de su renuncia y precipitada fuga en noviembre de 2019.
Ahora, cuando el masismo proclama que nadie es imprescindible, y menos él, y lo abofetea diciendo que un político no debe guiar sus actos por el amor a la silla, él manda a sus sirvientes a castigar al ingeniero Edgar Villegas.