
EL SATÉLITE DE LA LUNA
La crisis de los carburantes en Bolivia tiene dos soluciones estructurales, en el sentido de que ambas apuntan a disminuir la demanda de los combustibles líquidos.
La primera es convertir a GNV (Gas Natural Vehicular) los coches con motor a gasolina. La irrefutable conveniencia de esta conversión para el usuario y el Estado ha sido ya demostrada y no la repetiré (Ver: “Vender barato para comprar caro, en Los Tiempos del 8 de diciembre de 2024).
Un embarazo conlleva muchas faenas: cambia la rutina y la dieta de la futura madre, obliga a peregrinar adonde el ginecólogo, hay que tomarse ecografías periódicas, se planifica la logística para recibir al futuro bebé, entre otras tareas.
Los gobiernos del MAS, con Evo y con Lucho, además de imponer una ideología rancia y fracasada, están haciendo pésimos negocios que conllevan pérdidas astronómicas para su endiosado Estado.
Bolivia está sufriendo por el desabastecimiento de carburantes, perceptible en las filas interminables en los surtidores.
Es una crisis que se acerca a un colapso energético, no tan grave aún como el que sufren Cuba y Ecuador, pero que va por ese camino. Conocemos de sobra las causas, pero comprendemos menos la estrategia de YPFB para hacer frente a esa crisis.
Babilonia, año 522 aC: el rey persa Darío enfrenta una sublevación liderada por un presunto heredero de Nabónido, el último monarca de Babilonia. No se sabe si hubo bloqueos, autoatentados o huelgas de hambre “hasta las últimas consecuencias”, pero sí hubo una batalla en que el poderoso ejército persa venció a los rebeldes y capturó a su jefe, a quien le esperaba un castigo digno de un dignatario.
Cada país tiene un deporte nacional: la India el cricket, Nueva Zelanda el rugby, el Salvador las pandillas (lo tuvo y lo superó), Brasil el fútbol y Bolivia los bloqueos.
El deporte de los bloqueos consiste en impedir el paso por una carretera a vehículos de todo tamaño, permitiendo únicamente el paso de peatones con sus pertenencias.
El bloqueo tiene características muy peculiares, que paso a detallar.
Según el presidente Luis Arce el desastre de la política energética del MAS se debe a “que no se cuidó la nacionalización”. De hecho, el presidente criticó los gobiernos que lo precedieron (omitiendo que él fue el “super ministro” del área económica), los cuales se dedicaron a monetizar las reservas de gas que heredaron de los gobiernos liberales, descuidando la exploración y la transición energética.
Lamentablemente la energía no fue la única área que los gobiernos del MAS no cuidaron. ¿Qué más “no se cuidó”?
Esta semana rompo una tradición de 25 años de columnas quincenales, para no dejar enfriar el tema de las Empresas Públicas (EP) introducido en mi anterior entrega.
El concepto básico para responder a ¿qué hacer con las EP?, es la “Participación del Estado” (PdE), o sea la forma en que el Estado interviene directamente en la economía. En un país como Bolivia es imposible y riesgoso excluir al Estado de la economía, por lo menos mientras ésta se base en el aprovechamiento de los recursos naturales.
Se cuenta que un campesino español fue a visitar un convento y quedó asombrado por la hilera de medio bustos que adornaban el claustro. Mientras un fraile le explicaba que ese era San Pedro, el otro San Pablo, otro más San Francisco, etc., el campesino no pudo evitar de comentar: “Del cinto pa’ arriba yo también soy santo”.
El asilo otorgado por España a Edmundo Gonzales Urrutia (EGU) -en realidad un auto destierro del vencedor de las elecciones de Venezuela- ha vuelto a remover el piso de políticos y activistas de habla hispana.