En el Día de la Mujer Boliviana, rememoro al compositor A. Domínguez que con un tema considerado por algunos “corta-venas” y por otros un exponente de romanticismo, nos muestra con su canción “Perfidia”, un claro ejemplo de cómo una melodía puede convertirse en un tributo al amor —para algunos—, a la traición —para otros—, a la determinación de las mujeres —para los menos— y a la reflexión —como en este caso, para unos cuantos—.