Después de más de una década de formar parte de la Fundación Cinemateca Boliviana, el reconocido cineasta paceño Marcos Loayza decidió alejarse de la institución nacional porque considera que existen criterios disímiles en lo que refiere al progreso de la entidad que fue creada el 12 de julio de 1976, primero como Fundación Cinemateca de La Paz, para después, en septiembre de 1977, cambiar a Fundación Cinemateca Boliviana, obteniendo esa misma época la personería jurídica para después ser reconocida por el Estado el 27 de junio de 1978..