“Ser abusado a mis 12 años fue duro, callarlo y tratar de mantener en silencio…”, así comienza su doloroso relato una de las víctimas del sacerdote Alfonso “Pica” Pedrajas cuando estudiaba en el colegio Juan XXIII de Cochabamba. Ratifica y confirma otras versiones que señalan la existencia por años del encubrimiento de autoridades de la Compañía de Jesús —en sus distintos niveles— a los actos de pederastia que cometía el religioso y que dejó decenas de adolescentes (ahora adultos) ultrajados.
La comisión, integrada por seis expertos liderados desde hace más de un año por el psiquiatra infantil Pedro Strecht, recopiló 512 testimonios, que “nos permiten llegar a una red de víctimas mucho mayor, calculada en un número mínimo de 4.815 víctimas”, dijo Strecht, en la presentación de su informe final en Lisboa.