Marsia Taha destaca en el décimo Foro Gastronómico “Alimentarte”
La chef boliviana Marsia Taha Mohamed brilló con luces propias en el X Foro Gastronómico “Alimentarte” que se desarrolló en Bogotá, Colombia.
La representante de Bolivia y jefa de cocina del restaurante Gustu alineó la lista de 25 chefs de cinco naciones latinoamericanas que debatieron sobre la importancia de la Amazonía para la gastronomía y la ecología de la región, poniendo de manifiesto la necesidad de preservar la cultura amazónica.
“Latinoamérica y el mundo tienen una deuda histórica con la Amazonía, son muchos siglos que le hemos dado la espalda”, dijo Marsia Taha, representante de Bolivia y chef del restaurante Gutsu, quien explicó que aunque su país tiene el 6 por ciento del total de la Amazonía 29 de las 37 comunidades indígenas viven en la zona amazónica.
Su voz con tintes balcánicos y latinos —ya que nació en Bulgaría pero fue criada en Bolivia— es la responsable de difundir las raíces de Latinoamérica y cuando le preguntan sobre aquellos ingredientes que la han sorprendido en los últimos años se emociona y los empieza a enumerar con su nombre científico y sus beneficios.
“Algunos creen que Bolivia es sólo altiplano, pero la verdad es que el 60 por ciento del territorio es amazonía y en este punto vale aclarar que todas las amazonías de Latinoamérica son diferentes. Por ejemplo, en la nuestra se está dando una vainilla sorprendente en el Parque Nacional Madidi que mide 25 centímetros de largo y parece un plátano gigante aplastado de color negro, cuando la vainilla de Madagascar apenas alcanza los 10 centímetros y es bien delgada, entonces es increíble rescatar este sabor y mostrar al mundo que en Latinoamérica están pasando cosas así de impresionantes”, comentó Taha, quien desarrolla parte del proyecto Sabores Silvestres que busca impulsar oportunidades en el mercado para las comunidades indígenas de Bolivia.
Desde Gustu, Taha experimenta con ingredientes ancestrales como el cushuru, un alga que promete acabar con la desnutrición y la anemia en Latinoamérica. “Este producto se consigue a 200 metros bajo el nivel del mar y es un alga de aspecto precioso que aunque no tiene mucho sabor, aporta grandes porcentajes de calcio y hierro, que incluso llegan a superar lo que aporta la leche y los granos respectivamente. Lo más sorprendente es que se trata de un ingrediente que se consumía hace miles de años en el continente y que de a pocos está volviendo a la despensa boliviana”, comentó la chef a tiempo de señalar que “otro ingrediente que me llama mucho la atención es la miel de la melipona, que es una abeja endémica de nuestro territorio y que los indígenas protegen porque su miel tiene fines medicinales y que, por desgracia, su producción es muy reducida, tal vez una cucharilla por mes, entonces es un producto de lujo que tenemos en Gustu”.
Taha también experimenta con proteínas muy singulares como la carne de lagarto, la cual hace parte de un aspecto cultural que actualmente está regulado y certificado por Cenasac, que es el ente regulador que permite la venta de esta carne en Bolivia. “Nuestro objetivo es que las comunidades indígenas aumenten sus ingresos económicos y mantengan estas prácticas ancestrales que benefician a la gastronomía y el turismo”, puntualizó.