La Bienal de Arte Urbano acicala la metrópoli cochabambina
Cuatro artistas internacionales y seis nacionales tomaron parte en la Bienal de Arte Urbano (BAU) de la presente temporada, que concluyó con buenos resultados.
Desde el año 2011, la Bienal de Arte Urbano (BAU) tiene como labor resignificar los espacios públicos por medio de murales de gran magnitud siempre con una temática curatorial que pretende razonar sobre el modo de ser en la sociedad. La edición de 2023 se denominó La ciudad que queremos con el designio de que los artistas participantes estampen en los sitios de intervención su perspectiva de espacios y futuros ambicionados.
JuliCru es un artista argentino que basa su estilo y mensaje en la biodiversidad de la naturaleza. Su mural está ubicado en la avenida Oquendo, esquina Colombia.
Kloer, de origen mexicano, plasmó en su mural una hibridación entre la cultura mexicana y elementos nacionales vinculados a nuestro folklore. Su mural, situado en el cerro San Miguel, está coronado con una vista panorámica de la ciudad.
Fiasco es un artista peruano que desplegó su talento en la calle Asirumarka, a la subida del cerro San Miguel. Su mural es el de mayor dimensión de esta versión y armoniza elementos de la tradición peruana-boliviana con la figura de un cóndor
RebukeOne es un virtuoso mexicano que trabajó en la fachada de la Unidad Educativa 29 de septiembre, en el cerro San Miguel. Su mensaje está orientado a exhibir la biodiversidad sostenible retratando a un ave antropológica cuidando una ciudad.
Magik y NRH Letters son artistas cochabambinos que se atribuyeron de la técnica del lettering (dibujo de letras a mano) para sus concernientes murales. Ambas murallas tienen mensajes de sensibilización, como “Ciudad de vida” y “Construye empatía”. Uno está emplazado en el cerro San Miguel y otro en la calle Calama y 25 de Mayo.
Por su parte, Darian y el colectivo Tawan Tawa están integrados por universitarios de las carreras de arquitectura y diseño gráfico de la Universidad Mayor de San Simón. Su obra exhibe a una mujer hecha de triángulos y adorna el mercado triangular de la calle Lanza y Aroma.
Américo es otro hábil pintor cochabambino que desplegó su mensaje de manera realista, exponiendo la imagen de una niña con rasgos nativos sosteniendo a un colibrí y tras suyo a una ciudad. Este mural está en el ingreso al cerro San Miguel.
Mientras, el colectivo Pinta Warmi de La Paz desarrolló murales en el cerro San Miguel con un transparente enfoque en el género. Con el propósito de concientizar sobre el acoso callejero y las libertades de las mujeres, desarrollaron sus murales en el cerro San Miguel.
Entre tanto, el colectivo de mujeres mosaiquistas Kuskas desarrollaron su labor en la fachada del mercado 25 de Mayo. Bajo la idea, una mujer árbol y con la finalidad de mostrar las diversas etapas de las mujeres y sus valores como raíces de las mujeres.
Todas estas intervenciones fueron desplegadas con la gestión de Fundación Imagen y Proyecto mARTadero, con el apoyo de Ribepar, Armaq, Aptaphi, Art house y Da Vinci.