Corso de Corsos. Arte en el suelo y enormes esculturas serán el atractivo del recorrido
Además de las llamativas coreografías de las fraternidades, el recorrido del Corso de Corsos contará con otro atractivo: pinturas de bailarines en el suelo y estructuras metálicas, de hasta tres metros de altura, que estarán ubicadas en diferentes puntos.
El alcalde Manfred Reyes Villa inspeccionó, la noche del miércoles, los trabajos y anunció un carnaval “diferente, más colorido y con miles de visitantes”. Principalmente, destacó el pintado de bailarines en el pavimento de la av. Ballivián y el armado de una enorme máscara que hace referencia al baile de la diablada que bota fuego.
Cristhian D. Ríos Hidalgo, artista callejero creador de la firma “Del suelo al cielo”, es el encargado de realizar las obras que le pondrán color al asfalto del Paseo del Prado, en colaboración con funcionarios de Obras Públicas. Mientras que la Secretaría de Infraestructura instalará varias esculturas en diferentes formas realizadas con piezas metálicas que por la noche se iluminarán.
La estructura metálica de la careta de la diablada, realizada en su totalidad con material reciclado al mando del trabajador municipal Richard Vía Pardo, será uno de los más llamativos y estará instalado en el palco oficial de la av. Ramón Rivero. Su elaboración duró cinco semanas.
“El objetivo de la construcción de la careta fue para impresionar a la población que se dará cita en el Corso de Corsos”, manifestó Vía y detalló que fue elaborada junto a otros cuatro trabajadores. La estructura metálica tiene una altura de cuerno a cuerno de 3,30 metros, una altura desde la base hasta la parte del drago mide 3 metros, el ancho de la careta es de 1,20 por 1,20 metros y con un método de chispeo botará fuego por la parte del dragón.