"Malvinas Argentinas", la geopolítica también juega en el Mundial sub-20
Un estadio con un nombre cargado de contenido político, un cartel escondido y un "error involuntario de la FIFA". Esos son los ingredientes de la polémica que ha rodeado el "Malvinas Argentinas" de Mendoza en este Mundial sub-20.
Hasta la Cancillería argentina se pronunció sobre esta última controversia que apunta al orgullo patrio del país suramericano: la soberanía de las islas Malvinas.
En el centro del foco, una de las cuatro sedes del Mundial sub-20 que se celebra en Argentina: el Estadio Malvinas Argentinas, escenario de 14 partidos del torneo y situado en el corazón del parque General San Martín, en Mendoza.
Inaugurado el 14 de mayo de 1978, recibió esa denominación en 1982 en recuerdo a los caídos por el conflicto bélico entre Argentina y Reino Unido por el control del archipiélago, bajo soberanía británica desde 1833.
Una nomenclatura motivo de honra para la población local, aunque la FIFA, que se define como una organización apolítica, se refiere a él como Estadio de Mendoza en sus resúmenes.
Lo cierto es que el órgano rector del fútbol mundial hizo lo mismo con las otras tres sedes: el Estadio Único Diego Armando Maradona (Estadio de La Plata), el Único Madre de Ciudades (Estadio de Santiago del Estero) y el Bicentenario (Estadio de San Juan).
Todos ellos los simplificó por el nombre de la ciudad, algo que no hizo, por ejemplo, en el Mundial de Qatar 2022 con el Estadio Áhmad bin Ali, que no fue 'rebautizado' como Estadio de Al Rayyan en las fichas de los partidos de la FIFA.
El asunto se creía superado hasta que la pelota empezó a rodar.
Una de las marcas características del feudo mendocino es la pantalla que hay en una de las tribunas populares, que a un lado luce una bandera de Argentina y al otro un mapa de las Malvinas con los colores blanco y celeste.
Sin embargo, estos distintivos aparecieron tapados en la primera jornada por unos carteles con los logotipos de la FIFA y del Mundial sub-20 de Argentina.
LA CANCILLERÍA ENTRA EN ACCIÓN
La imagen corrió como la pólvora por las redes sociales, que ya eran un hervidero cuando la Cancillería divulgó una nota dirigida al gobierno de la provincia de Mendoza para pedir "explicaciones" y "transmitirle el firme rechazo" por lo ocurrido.
"Como es de su conocimiento la denominación del estadio de referencia fue decidida en 1982 en honor a los caídos en el Conflicto del Atlántico Sur", apuntaba la información.
Y añadía: "Corresponde aclarar que el nombre 'Malvinas Argentinas' refiere a una parte del territorio nacional, razón por la cual no puede ser considerada una expresión política que pudiera ser inconveniente".
La respuesta del gobernador, Rodolfo Suárez, no tardó en llegar.
"Ya retiraron la cartelería que hacía mención al campeonato y tapaba el mapa de las Islas Malvinas. El error involuntario de FIFA fue subsanado", indicó Suárez en su mensaje, que acompañó con un vídeo del momento en el que unos operarios retiran los carteles de la FIFA dejando al descubierto los de las Malvinas y Argentina.
Suárez también aprovechó para aclarar que "tanto las placas del campo de juego, como el ingreso al museo del Malvinas Argentinas, nunca fueron tapados".
HABLA LA AFICIÓN
Estos días, en las gradas del estadio, la gran mayoría de los aficionados reivindican con orgullo la denominación original del campo y critican el "error" de la FIFA.
"Me pareció muy mal porque no deberían haber tapado la bandera de Argentina y las islas Malvinas, me pareció pésimo. Es algo muy importante para nosotros", afirma a EFE Paola Castro, peluquera de 47 años.
Por el contrario, Miguel Gómez, encargado de edificios de 49 años, defiende "poner algo más neutro".
"Es un problema político que tenemos y no debemos trasladarlo al fútbol. Yo soy apartidario de las Malvinas. No podemos mantener un país y queremos mantener unas islas...", dice.
Una cosa es segura. Inglaterra, que participa en su condición de campeona de Europa, no ha pisado el "Malvinas Argentinas" en la fase de grupos, ni lo hará en los partidos de octavos de final que albergará Mendoza la próxima semana, últimos de este Mundial en el estadio de la polémica.