Velan sus restos: Multitudinaria despedida a Pelé, la leyenda de los mil goles
Santos
Emocionados, miles de brasileños y autoridades del fútbol se despidieron ayer de su “rey” Pelé, fallecido el jueves a los 82 años, en un velorio en el estadio del Santos, el equipo donde forjó buena parte de su leyenda.
Los seguidores, muchos llegados de otras ciudades de Brasil, hicieron fila ante el estadio de Vila Belmiro y coreaban “¡Pelé, Pelé!”, a la espera de acceder al terreno, donde fue colocado el féretro abierto rodeado de coronas de flores blancas.
Entre lágrimas, su tercera esposa, Marcia Cibele Aoki, fue una de las primeras en acercarse. Vestida de negro, pasó la mano sobre la cabeza del astro, con quien se casó en 2016. También hicieron presencia al menos tres -Edinho, Kely y Flavia- de los seis hijos vivos del inolvidable “10”.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, prometió en las puertas del estadio que la institución homenajeará al “rey” como se merece.
“Pediremos a todas las federaciones en el mundo entero, los 211 países, que nombren un estadio en cada país con el nombre de Pelé, porque los jóvenes tienen que saber y recordar quién era”, dijo Infantino, que estuvo acompañado del jefe de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ednaldo Rodrigues, y de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Pelé “es un ícono mundial del fútbol. Hizo por primera vez muchas cosas que en el fútbol el 99% apenas puede soñar con hacer, y el 1% restante lo hizo después de él”, agregó.
El padre de Neymar, surgido en la cantera del “Peixe”, asistió vestido de traje azul en nombre de la familia del nuevo “10” de la “Seleçao”, quien no viajará a Brasil.
“Pelé inspiró a todas las generaciones, siempre ha sido un referente”, dijo el padre de “Ney”, que en el Mundial de Catar igualó a “O rei” como máximo goleador de los pentacampeones (77 goles).
Vidas marcadas
Sus seguidores se deshicieron igualmente en elogios con el futbolista que les hizo vibrar como ningún otro mientras esperaban entrar en el estadio.
“Mi infancia estuvo marcada por lo que Pelé hizo por Brasil, en los partidos de los Mundiales”, explicó Carlos Mota, de 59 años, que viajó desde Rio de Janeiro con su hijo Bernardo, de 12 años.
“Siempre le dije a mi hijo que hay tres cosas que no se discuten: que el balón es redondo, el césped es verde y Pelé, el más grande”, agregó este trabajador del sector bancario.
Los restos del único jugador en ganar tres mundiales (1958, 1962, 1970) arribaron en la madrugada de ayer en una caravana salida desde el hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde estuvo internado desde el 29 de noviembre hasta su fallecimiento, un mes después.
Varias banderas de diferentes tamaños decoran las tribunas del Santos: una con “O Rei” de espaldas, mostrando la camiseta “10” que inmortalizó, y otras con los mensajes “Viva el rey” o “Pelé 82 años”.
El ingreso estará permitido de manera “ininterrumpida” hasta hoy a las 8:00 (HB), tras lo cual empezará una procesión por las calles de Santos, a 75 kilómetros de Sao Paulo.
Terminará en un mausoleo de la ciudad con una ceremonia religiosa y un entierro reservado para la familia.
En ese mismo cementerio descansan los restos del padre, el hermano y la tía de Pelé.