Producción agrícola repuntó en 2024 en Cochabamba pese a cuatro desafíos
En un panorama marcado por la incertidumbre económica y climática, la producción agropecuaria en Cochabamba enfrenta desafíos sin precedentes. Aunque este departamento aporta el 10 por ciento de la producción agropecuaria nacional, su rol es crucial para la seguridad alimentaria de Bolivia, especialmente ante la concentración del 66 por ciento de la producción en Santa Cruz. Voces de expertos como Ramiro Guillén y Rolando Morales, representantes de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), destacan las amenazas latentes y proponen estrategias urgentes para mitigar el impacto.
Bolivia, con tradiciones agrícolas profundamente enraizadas, enfrenta un cambio climático que altera patrones ancestrales. Según Rolando Morales, vicepresidente de la CAC, las lluvias que solían iniciarse en septiembre ahora se retrasan hasta diciembre, desajustando los calendarios agrícolas y generando pérdidas económicas sustanciales.
Principales problemas
El sector agropecuario de Cochabamba enfrenta una combinación de problemas estructurales y coyunturales que afectan tanto a agricultores como a ganaderos. Entre los más destacados se encuentran:
1. Cambio climático y sequía. La sequía prolongada ha reducido la capacidad de siembra oportuna. Guillén informó que las cosechas de invierno podrían caer un 14 por ciento, afectando cultivos como maíz, papa y hortalizas. La falta de agua confiable y tecnología de riego agrava esta situación.
2. Conflictos sociales y bloqueos. En 2024, Cochabamba registró más de 77 días de bloqueos, siendo los más críticos los 24 días entre octubre y noviembre. Estas paralizaciones interrumpieron la distribución de productos, causando desabastecimiento y pérdidas millonarias.
3. Avasallamientos de tierras. Los conflictos por la tierra persisten como una amenaza. Aunque el Gobierno ha tomado medidas, Morales subrayó la necesidad de un marco legal más sólido para proteger las tierras productivas.
4. Contrabando y desabastecimiento. El contrabando inverso, donde productos locales como maíz y carne se exportan ilegalmente, desabastece el mercado interno. Esto afecta la estabilidad de precios y la economía de los consumidores.
Crisis de insumos
La escasez de diésel y dólares ha elevado los costos de producción. La CAC reportó un aumento del 51 por ciento en el costo de insumos, lo que pone en riesgo a pequeños productores.
Producción agrícola
Entre las campañas 2021-2022 y 2022-2023, la producción cayó de 1.500.000 a 1.498.000 toneladas. Aunque hubo una leve repunte en 2023-2024 (ver infografía), las proyecciones para 2024-2025 apuntan a una caída del 14 por ciento, afectando especialmente al maíz y la papa.
Producción pecuaria
El sector ganadero se mantiene resiliente, con Cochabamba contribuyendo significativamente a la producción de carne, leche y huevos:
- Carne vacuna: 39.000 toneladas anuales.
- Leche: 96.000 metros cúbicos por año.
- Producción avícola: 138.354 toneladas de carne de pollo y 912.909.000 huevos al año, cubriendo el 30 por ciento del consumo nacional.
Biotecnología
Morales enfatizó la necesidad de implementar semillas transgénicas para incrementar los rendimientos agrícolas. Actualmente, Bolivia produce 1,2 toneladas de maíz por hectárea, en comparación con las 14 toneladas de Argentina y las 27 toneladas de Estados Unidos. Con biotecnología, podría reducirse la dependencia de importaciones.
Control del contrabando y reforma legal. La CAC propone fortalecer el control fronterizo y garantizar seguridad jurídica para los productores, asignando mayores recursos a las fuerzas de seguridad y promoviendo un marco regulatorio más robusto.
Infraestructura y financiamiento. Mejorar los sistemas de riego, almacenamiento y acceso a créditos accesibles resulta vital para la sostenibilidad del sector.
Proyecciones
La CAC estima una caída del 14 por ciento en la producción agropecuaria de Cochabamba en la campaña 2024-2025 si no se implementan medidas urgentes. Entre las prioridades destacan:
- Fomentar la sostenibilidad frente al cambio climático.
- Diversificar cultivos y cadenas productivas.
- Estrechar alianzas público-privadas para garantizar inversiones.
Impacto socioeconómico
Más allá de las cifras, los retos del sector agropecuario afectan directamente a las comunidades rurales, donde la agricultura y la ganadería son la principal fuente de empleo. La falta de oportunidades ha generado un éxodo de jóvenes hacia las ciudades, debilitando la base productiva.
“Estamos en un momento crucial. Si no actuamos ahora, no sólo perderemos nuestra capacidad de producción, sino también el sustento de miles de familias bolivianas”, concluyó Morales.