Violento enfrentamiento por zafra de castaña deja heridos y desaparecidos en Pando
El comandante departamental de la Policía de Pando, Óscar Ruiz, informó ayer sobre un enfrentamiento violento entre campesinos y barraqueros en la comunidad de San Miguel, en medio de la temporada de zafra de castaña. Según el reporte preliminar, el conflicto incluyó el uso de armas de fuego, machetes y palos, dejando a varios heridos y reportes de menores desaparecidos en el monte.
“Tomamos conocimiento de que en la comunidad de San Miguel existirían enfrentamientos entre barraqueros y campesinos, los cuales estarían utilizando armas de fuego, machetes y palos. También habrían algunos menores que se encontrarían perdidos en el monte”, señaló el comandante Ruiz durante una entrevista con medios estatales.
Acceso complicado
La Policía Rural y Fronteriza, con base en la localidad del Sena, enfrentó serias dificultades para llegar al área del conflicto debido a las condiciones geográficas. El trayecto combina horas de viaje por tierra y río, lo que ha retrasado las operaciones. Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no contaban con un informe detallado de los hechos.
Ruiz aseguró que las fuerzas del orden mantienen una postura neutral y tienen como prioridad restablecer la paz en la zona. “Nuestra labor es garantizar la tranquilidad en estos lugares donde se realiza la recolección de castaña”, destacó.
Denuncias y antecedentes
Representantes del sector castañero denunciaron que los campesinos involucrados serían presuntos avasalladores, quienes habrían llegado armados, forzando la huida de los zafreros. Estos trabajadores, que suelen desplazarse al monte con sus familias para la cosecha, se encuentran vulnerables ante este tipo de enfrentamientos.
Además, los castañeros advirtieron que este tipo de conflictos no es nuevo en la región, donde las tensiones por el acceso a recursos naturales suelen escalar debido a la falta de regulación y mediación efectiva.
La recolección de castaña representa una actividad económica fundamental para la región amazónica de Bolivia, lo que ha generado preocupación entre autoridades locales y pobladores. Mientras se espera un informe oficial, diversos sectores han instado al Gobierno y a las instituciones pertinentes a tomar medidas para prevenir una escalada de violencia y garantizar la seguridad de los trabajadores y sus familias.