La deuda pública cerró en 2022 con un aumento del 9% y aún tiende a subir
La deuda pública del país aumentó en al menos 9 por ciento en 2022 con relación a 2021, y hasta en un 192 por ciento en comparación con 2014, de acuerdo al Ministerio de Economía.
Pese a ello, se preve que esta tendencia al alza continúe en la presente gestión, ya que el Gobierno espera que el Legislativo apruebe 872 millones de dólares en créditos de organismos multilaterales lo antes posible.
Analistas económicos señalaron que, pese a la delicada situación que atraviesa el país en términos de liquidez, la administración de Luis Arce no da señales de cambios estructurales en el modelo económico ni de una reducción del gasto público. Por ello, prevén que la deuda aumentará con consecuencias de riesgo para el futuro de los bolivianos.
Hasta 2014, la deuda pública externa era 5.736 millones de dólares y la deuda pública interna 4.154 millones. Ambas sumaban 9.890 millones de dólares.
En los últimos ocho años, ambas deudas subieron en un 192 por ciento, llegando a 28.872 millones de dólares: 13.300 millones de la externa y 15.572 millones de la interna (ver infografía).
Este rápido incremento para sostener la inversión pública y el gasto corriente coincide con el declive de la producción de gas y de los ingresos que este sector generaba para el país. En 2014 Bolivia producía casi 60 millones de metros cúbicos al día de gas (MMm3d), pero en 2022 llegó a un promedio de 41 MMm3d, y para mayo de este año la producción cayó a 34 MMm3d.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, resaltó que la deuda interna fue la que más aumentó. De hecho, entre 2014 y 2022, creció un 275 por ciento.
Dijo que no existen datos oficiales del total de la deuda y su constante evolución, pues los que se disponen no hacen referencia a los préstamos del Banco Central de Bolivia (BCB) a las empresas públicas.
Si los 28.872 millones de dólares (deuda externa e interna) representan el 65 por ciento del PIB, se estima que con los créditos otorgados a las empresas públicas el total ascienda a casi un 80 por ciento del PIB, que en 2022 eran 44.315 millones de dólares.
“Si la deuda pública total se sigue incrementando, esto puede llevar a la emisión inorgánica de dinero. Es decir, que tratarán de solucionar los baches del déficit fiscal por un gasto público elevado con la emisión de dinero que se puede dar de distintas maneras al público y generar un efecto inflacionario, porque no tienes respaldo de producción. Esto ocurrió en Argentina y en eso hay que tener cuidado”, explicó Romero.
Añadió que el “costo social” del rápido endeudamiento es bastante alto, pues se apuesta a mantener en el corto plazo aspectos que deberían ser revisados: subvenciones, tipo de cambio fijo y una creciente importación de combustible.
Por su parte, el economista Gonzalo Chávez recordó que, con la aprobación de los 872 millones de créditos que se discute en el Legislativo, la deuda externa subiría en alrededor de dos o tres puntos porcentuales, aunque aclaró que estos no son de libre disponibilidad, sino que están sujetos a los contratos con los organismos multilaterales, y usualmente se destinan a inversión pública.
La deuda que se contrae con privados, a través de bonos, sí permite una mayor libertad de uso. No obstante, en la actual coyuntura, con bajas calificaciones internacionales para el país y el aumento de riesgo de repago, los intereses se elevaron, haciendo muy costosos este tipo de créditos.
Principales acreedores
En cuanto a la deuda externa a 2022, el 68,9 por ciento corresponde a préstamos de organismos multilaterales, el 15,2 por ciento a préstamos bilaterales y casi un 16 por ciento a títulos de deuda.
China es el país al que más debemos: el 11 por ciento del total, que equivale a 1.458 millones de dólares.
En cuanto a la deuda interna, un 55,1 por ciento fue desembolsado por el BCB, que ha visto sus Reservas Internacionales Netas (RIN) mermadas, y un 44,9 por ciento por el sector privado.
Límites saludables
El Ministerio de Economía resaltó, en la Memoria de la Economía Boliviana 2022, que “la deuda pública se ubicó en niveles razonables (...) El saldo de deuda externa pública se situó en 30 por ciento del PIB (y la) deuda interna agregada del TGN, que incorpora la deuda intrasector con el Banco Central, cerró en 35,3 por ciento del PIB”.
La deuda externa, para 2014, representaba el 18 por ciento del PIB, y la interna el 13 por ciento.
Aunque el PIB también creció de 33.327 millones de dólares en 2014 a 44.315 millones para 2022, el ritmo del aumento de la deuda ha sido más rápido.
Romero señaló que, a corto plazo, ante la falta de liquidez para cubrir las obligaciones estatales, el endeudamiento es relativamente razonable. “Pero es un arma de doble filo, sobre todo si no se gasta en inversión pública, sino en mantener el déficit fiscal e inyectar dólares al sistema bancario. No es el camino más sano endeudarse”, dijo.
El balance fiscal de 2022 cerró con un 7,1 por ciento de déficit con relación al PIB. Son nueve años seguidos de déficit, que se registra desde 2014. Para este año también se prevé un déficit de 7,5 por ciento.