Exalumnos: No sólo “Pica” cometía abuso sexual en el colegio Juan XXIII
No sólo el padre Alfonso “Pica” Pedrajas cometía abuso sexual y violaciones en el colegio Juan XXIII. Tras la publicación de su diario, los exalumnos del internado con asiento en Cochabamba revelaron que otros dos curas cometían los mismos delitos con los adolescentes entre 1983 y 1997; incluso, existen videos y cartas de las víctimas denunciando e identificando a sus agresores.
“Hemos tenido denuncias habladas sobre estas personas”, dijo el presidente de la Asociación de Exalumnos del Colegio Juan XXIII, Hilarión Valdivieso.
El primero en ser identificado fue Pedrajas, quien, según su propio diario y algunas víctimas y testigos, cometió los actos de pederastia a lo largo de sus funciones como director del internado que fue construido en amplio terreno de Villa Granado. Él mismo dijo que sus víctimas podrían ser 85; sin embargo, los exalumnos señalan que podría superar el centenar, considerando que Pica estuvo más de 10 años al mando de ese establecimiento.
El segundo sacerdote acusado de pederastia —según los exalumnos— llegó hasta el internado de Cochabamba cuando el padre Pica era director. “Era un cura jesuita que ha estado por un tiempo corto en los años 80, hacía prácticas. Apoyaba un tiempo corto al colegio”, contó un exalumno.
El tercer jesuita denunciado asumió la dirección del internado entre 1990 y 1997. “Ese director en específico ha cometido también. Sobre ése hay ese video y testimonios”, agregó. Estos dos últimos jesuitas sindicados de pederastas aún están vivos, pero sólo uno vive en Bolivia.
El video al que hacen referencia fue grabado por las mismas víctimas para denunciar estos hechos, pero nunca fueron revelados hasta ahora. Los exalumnos buscan digitalizar el audiovisual porque fue grabado en una cinta betamax.
“Son denuncias, testimonios de alumnos que han sido víctimas de violencia”, dice el exestudiante del colegio Juan XXIII y agrega que el material, tanto el video como las cartas, está en manos de la directiva de los exalumnos.
“Lo van a canalizar y adjuntar en la denuncia para que se amplíe a los otros involucrados”, dijo.
Investigación
A la fecha, el Ministerio Público inició una investigación por este caso tras recibir tres denuncias que apunta a sacerdotes por encubrir casos de pederastia en Cochabamba.
El pasado viernes, dos jesuitas prestaron su declaración por largas horas. Se trata de Bernardo Mercado y Osvaldo Chirveches, quienes presentaron algunos informes sobre los hechos de los años 70 y 80.
Obispos piden que no se politice
A través de sus homilías, algunos sacerdotes de la Iglesia expresaron una postura en relación a los abusos del sacerdote jesuita Alfonso Pedrajas. Manifestaron que “no son todos” los que cometieron ese “error” y que esa institución religiosa debe “hacer un camino de purificación”.
“Sabemos que no son todos los sacerdotes, unos o alguno ha cometido error, y por eso es por lo que, en estos días, se habla mucho de eso. Es un tema de comentario, pero todo error, todo delito hay que investigarlo y hay que hacer justicia”, manifestó el monseñor René Leigue, en su homilía de este domingo.
Exjesuita fue expulsado por denunciar a pederastas
El exsacerdote y expolítico Pedro Lima Salazar fue parte de la Compañía de Jesús, de la que fue expulsado por haber denunciado abusos sexuales a menores y novicios.
“Me expulsaron de la orden cuando denuncié los abusos. Él lo sabía todo y ésa fue su respuesta”. Ese “él” era el español Ramón Alaix, quien en ese momento (2001) era el provincial de los jesuitas, contó a El País.
Lima denunció a Alfonso Pedrajas y otros dos jesuitas: Luis Tó (fallecido en 2018) y Antonio Gausset Capdevila.
Además de expulsarlo, la congregación se comprometió a financiar sus gastos académicos de matrícula y créditos para que estudiara Teología y así pudiera ordenarse sacerdote; del mismo modo, según la versión de Lima, recibió 3 mil dólares del jesuita Marcos Recolons, que gozaba de un alto cargo en esa congregación y que más adelante estuvo en la “cúpula” del Vaticano.
“Un año y medio después, me llamó Recolons por teléfono para decirme que la compañía me sancionaba y me cortaba la financiación (de los estudios) porque seguía hablando de los casos de pedofilia. Fue una forma de acallarme. Me dijo: ‘No voy a permitir que hables (mal) de mis hermanos jesuitas”, cita El País a Lima, quien ahora reside en Paraguay.