En Bolivia, sólo un cura está preso por violación; otro huyó y un tercero falleció
Los casos más conocidos de agresiones sexuales en los últimos 16 años en Bolivia han sido los del sacerdote Eduardo Revich en 2007, del cura uruguayo Juan José Santana ese mismo año y del presbítero José Mamani en 2009. Si bien todos fueron acusados de abusar de niños que vivían en internados rurales que dirigían, sólo uno guarda condena.
A Revich lo acusaron de agresión sexual a 37 niños del internado de San Miguel de Icla, ubicado a 260 kilómetros al este de Sucre, y lo enjuiciaron por los delitos penales de corrupción de menores, corrupción de mayores y abuso deshonesto.
El sacerdote fue administrador de ese centro hasta que la Iglesia, enterada de la denuncia el 10 de octubre de 2007, lo destituyó del cargo, pero le asignó otro lejos de Icla.
Si bien el arzobispado de Sucre prometió abrir sus puertas para que la Policía y la Fiscalía investiguen el caso, la Iglesia católica solo facilitó el nombre del padre. “No sabemos qué edad tiene, cuánto tiempo estuvo en Bolivia, si es extranjero o nacional y en qué lugares del país trabajó para establecer si de ahí también surge alguna información que ayude a aclarar el caso en curso”, declaraba en ese entonces una fuente cercana a la investigación a condición del anonimato, al advertir que “primero se dijo que era rubio y blanco y que en realidad era moreno y panzón”.
Mientras el juicio corría en la justicia, Revich tuvo detención domiciliaria y protección legal y laboral de la Iglesia; dos años después, el 22 de febrero de 2013, el sacerdote se quitó la vida en una vivienda en la provincia Zudáñez a donde escapó de su detención domiciliaria.
Acusado huye
En segundo caso salió a la luz fue del exsacerdote Juan José Santana Trinidade, de nacionalidad uruguaya. Fue acusado de violar en 2007 a una docena de niños de un internado rural en Tapacarí, Cochabamba, pero huyo a Salto (Uruguay), admitió su culpa y espera una conminatoria de la justicia boliviana, para responder por los cargos de violación y abuso deshonesto que pesan en su contra tras conocer que la Fiscalía de Quillacollo emitió un exhorto suplicatorio para que responda por las denuncias.
El obispo de Salto, Pablo Galimberti, confirmó en Uruguay los informes sobre Santana. “Sí, es correcto el informe. Se trata de Juan José Santana, a quien no conozco personalmente, pero sí, está acusado de presuntos actos de abusos de menores”, dijo.
En ese tiempo, el Servicio de Gestión Social (Sedeges) informó que el acusado huyó en condiciones extrañas. En ese tiempo, el Arzobispado de Cochabamba difundió el alejamiento del sacerdote de su seno, como consecuencia de un proceso interno.
Santana Trinidade se dio a la fuga de una casa de retiro de la Iglesia católica, donde había sido enviado para recibir terapia, por lo que, cuando se sentó la denuncia posteriormente a su fuga, ya no fue encontrado, desde entonces se han hecho varios intentos por ubicar al exsacerdote a través de Interpol, pero todos fracasaron por falta de recursos económicos, para enviar a un equipo de investigadores a Uruguay.
Juan José Santana Trinidade solía encerrar a sus víctimas en su habitación en la parroquia del pueblo para vejarlas.
Sacerdote encarcelado
El último caso que llegó a los estrados judiciales fue del excura José Mamani Ochoa, responsable de hogar de niños en San Benito, a 15 kilómetros de distancia de la ciudad de Cochabamba.
Diecinueve menores de entre 5 y 15 años de edad fueron víctimas sexuales del exreligioso. Fue sentenciado a 22 años de prisión y en 2031 culminará su condena en cárcel San Antonio de Cochabamba, cuando tenga 71 años de edad.
Él es el único sacerdote encarcelado por violación a niños en Bolivia.
Si bie, información difundida por el Ministerio Público especifica que en la última década más de 60 niños fueron victimados por curas de la Iglesia católica, sólo Mamani Ochoa está preso.