Bolivia debe tener una línea aérea

El panorama de la aviación comercial en Bolivia ha enfrentado grandes desafíos. La desaparición de tres aerolíneas emblemáticas —Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), Aerosur y Amaszonas— dejó un vacío significativo en el transporte aéreo nacional e internacional. Estas empresas no sólo conectaron a Bolivia con el mundo, sino que fueron motivo de orgullo y profesionalismo.

Lloyd Aéreo Boliviano (LAB)

Apodado el “Cóndor de los Andes”, el LAB marcó un hito en la aviación de Bolivia y América Latina. Fue una de las pocas aerolíneas que adquirió aviones Boeing 727/100/200 y 737/300 directamente de fábrica y operó 767/300 ER alquilados, demostrando excelencia operativa. Con destinos internacionales como Miami, Washington, Bogotá, La Habana y Madrid, destacó por su puntualidad y servicio, ganando reconocimiento global. El LAB tuvo un historial sobresaliente de seguridad, sin accidentes fatales en más de tres décadas con aviones a reacción. Esto evidenció la calidad del entrenamiento de pilotos y técnicos, muchos de los cuales hoy trabajan en aerolíneas internacionales.

Aerosur

Innovó con sus aviones temáticos, como el icónico “Torísimo”, un Boeing 747-400 único en la región. Conectaba Bolivia con destinos como Madrid y La Habana, consolidando al país como un importante punto de conexión. Sin embargo, problemas financieros y, según sus ejecutivos, razones políticas, llevaron al cierre de la aerolínea.

Amaszonas

Inició como una aerolínea regional y creció con aviones Bombardier CRJ y Embraer 190, conectando rutas nacionales e internacionales, como Buenos Aires, Santiago, Asunción y Cusco. Aunque prometedora, la mala gestión y las deudas fiscales la llevaron a desaparecer, dejando al país con menos opciones de transporte aéreo.

El futuro del transporte aéreo

La reciente salida de American Airlines y Sky Airlines ha reducido las opciones para los viajeros bolivianos, evidenciando la necesidad de políticas claras para atraer inversión y garantizar estabilidad.

Hacia una solución

Bolivia debe recuperar su posición en los cielos mediante nuevas aerolíneas nacionales con apoyo gubernamental, seguridad jurídica e incentivos. Esto fortalecerá la economía, generará empleo y evitará la fuga de divisas, devolviendo el orgullo de ver la bandera nacional surcando los cielos.