Tres grandes cabos sueltos
Dejamos un año con muchos cabos sueltos, aunque los principales son tres. Algunos observadores vislumbran un mundo nuevo, pero como el viejo sigue vivo, ¿aparecerán los fantasmas de los que alguna vez habló Gramsci?
Ucrania - Rusia
Una guerra que seguirá a pesar de todo. Los últimos asesinatos de jerarcas militares rusos en su propio país, algunos reconocidos por los servicios de inteligencia de Ucrania, como el del jefe de la Defensa radiobiológica del Ejército ruso, Igor Kiríllov, hacen pensar que la guerra continuará e incluirá otros métodos de agresión mutua. Kiríllov fue el militar que denunció que EEUU tenía bases con armas químicas en Ucrania, lo que nunca ha podido ser comprobado.
Los rusos, por su parte, bombardean la infraestructura eléctrica de Ucrania. Los últimos bombardeos de esta semana en la zona de Zaporiyia hacen prever un intento de retomar territorios antes de las grandes nevadas.
El invierno, muy crudo en esas regiones, será un gran obstáculo para los avances militares por tierra. Los expertos de la defensa sueca sostienen, sin embargo, que las tropas rusas tampoco pudieron conquistar el Donbás, avanzando sólo unos pocos kilómetros en tres años de contienda. Hay que recordar que la superficie de Ucrania es de 603.550 km².
Por otro lado, las fuerzas ucranianas en la ciudad rusa de Kursk no han sido desalojadas, como se suponía, incluso con la presencia de la infantería norcoreana. Ucrania ha mostrado fotos tomadas por sus servicios de inteligencia, donde se ven combatientes asiáticos, pero en Occidente hay dudas sobre si los norcoreanos han entrado en combate.
Otro revés para una potencia nuclear como la rusa ha sido la pérdida de Siria, una pieza clave en el tablero geopolítico del Kremlin. Los acuerdos de Putin con la plana mayor de los hombres de Abu Mohammed al-Julani se cumplieron porque los rebeldes de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) no atacaron las bases rusas de Hmeimim (naval y aérea), que permitían a Putin un control especial del Mediterráneo. Esas bases eran la retaguardia estratégica de los militares rusos que actúan en África, donde también han sido golpeados por espías y militares de Ucrania que colaboran con la guerrilla Tuareg, rebeldes que luchan en Mali contra el Gobierno militar auspiciado y controlado por Moscú.
Hay testimonios de corresponsales enviados a Siria donde ahora pueden ingresar, algo que era imposible durante el régimen de Asad. Esos despachos señalan que las tropas rusas han iniciado su retirada bajo el control de HTS, los yihadistas que fueron parte de Al Qaeda.
Esto nos lleva a otro conflicto no resuelto: el de Siria.
Siria
Abu Mohammed al-Julani, el nuevo líder de Siria y jefe político y militar de HTS, no ha dado aún una entrevista personal. Sin embargo, estuvo en la mezquita de los Omeyas en una conferencia de prensa en la que aseguró que su Gobierno no será sectario.
Por su parte, el primer ministro de Siria, Mohamed Al Bashir, producto de un acuerdo entre las diferentes facciones bajo la tutela de los gobiernos de Turquía y Qatar, dijo: “La liberación de Siria no será solo un cambio de autoridad. Será un Gobierno de la libertad y la dignidad”. Bashir fue gobernador de Idlib durante la ocupación de las fuerzas de HTS, que antes se llamaban Al-Nusra Front, yihadistas sunitas formados bajo el alero de Al Qaeda.
Qatar y Turquía los monitorearon hasta convertirlos en el Ejército Nacional Sirio (ANS). El control de estos dos países musulmanes se considera como el candado contra el yihadismo que auspiciaban las tropas de ISIS, derrotadas por la alianza de los kurdos y EEUU. Muchos dirigentes y soldados de ISIS están aún presos en las cárceles del sector kurdo, con una gran presencia de yihadistas franceses, suecos, holandeses e ingleses.
La periodista sueca Rowa Akhatib logró entrevistar a Obaida al-Amaou portavoz del nuevo Gobierno de Siria, y ratificó la postura de su Gobierno: “No somos sectarios, pero no fue muy claro al referirse a la democracia”.
En Siria hay muchas minorías, como los alauitas, que estuvieron muy cerca de Asad y fueron la minoría gobernante. Otra minoría importante es la de los cristianos ortodoxos de la Iglesia siria, y finalmente los kurdos, que gobiernan una autonomía llamada Rojava (en kurdo: Poniente u Oeste), coloquialmente conocida como el Kurdistán Sirio. Los kurdos son los más “feministas”, porque tienen en sus tropas soldados y oficiales mujeres e incluso hay mujeres en el Gobierno, como Ilham Ahmed, que estuvo estos días en Estocolmo. En su calidad de encargada de Relaciones Exteriores, dijo al grupo de periodistas que la rodeaba en una suerte de embajada kurda en Estocolmo: “Así como hay esperanza de que se respeten los derechos humanos y las elecciones libres, también hay inquietud e incluso temores”.
En la frontera con Israel, donde están las alturas del Golán, ocupadas por Israel desde la Guerra de los Seis Días en 1967, hay un movimiento inusitado de tropas de Netanyahu, que no quiere sorpresas con el nuevo Gobierno de Siria, con el antiguo eran enemigos porque Asad permitía el trasiego de armas para las milicias de Hamas. Esto nos lleva al tercer conflicto con el que se cierra 2024.
Israel - Gaza - Hezbolá
Hay un par de certezas: la doble debilidad de los actores en la guerra de Netanyahu y la caída de Asad. Irán ha perdido hegemonía en el Líbano y en Siria. Esa debilidad se ha proyectado negativamente en Hezbolá, que era un Estado dentro del Estado del Líbano y uno de los actores más feroces en defensa del Gobierno de Asad. El tercero es Hamas, que ha perdido todo aliento en su guerra con Israel.
Europa ingresa a 2025 con pasos calmados, observando y analizando, pero la perspectiva no es de las mejores. Nadie sabe quiénes gobernarán Alemania y Francia, los dos grandes de la UE. Hay una tendencia hacia el desplazamiento al este. Polonia es el país con el Ejército más numeroso de la UE y con un Gobierno europeísta, además de actuar como frontera para el expansionismo ruso. Igual que los tres pequeños países del Báltico, que junto con los países nórdicos cuidan una larga frontera, el mar Báltico y el Polo Norte.
Finalmente, las economías de España y Grecia, que son las que más han crecido en 2024, sirven de colchón financiero, pero con los mercados bursátiles nadie conoce el futuro. Lo único cierto es que la guerra comercial de Trump se acerca a zancadas. Y ese hecho alterará todo el tablero comercial e influirá en el político.
Columnas de CARLOS DECKER-MOLINA