Élite
Fin de semana largo. Entre la cuarentena rígida y el feriado, Netflix es una opción, mientras esperamos que los ilustres le pongan impuestos. En el top 1 de esta semana, vuelve la aclamada serie española Elite con su cuarta temporada. Les dejo la sugerencia con una pregunta que surge mientras la veo: ¿Cuál es la élite que gobierna Bolivia? ¿Los dignos candidatos por quienes votaste? o ¿Las magnánimas autoridades que ves hasta el cansancio en los medios? La respuesta te sorprenderá:
En primer lugar, entre las élites de la hija predilecta de Bolívar, está el mal llamado “transporte público”, junto con su hija bastarda la política urbana de desarrollo. Ella goza de especiales beneficios, sin restricciones de circulación, con inspección técnica que sale de las cuotas al sindicato, y que tuvo, en su momento, migración de gasolina a gas gratuita. Sus amenazas de paro dejan en claro que ellos deciden qué está permitido y qué no. ¿Impuestos? Por favor. Con el beneplácito de la Policía, las alcaldías, y hasta el sistema financiero, el transporte le echa en cara a la gente que “no puede pagar sus cuotas” o que “el delivery no debería salir” y todos se arrodillan ante ellos. Felatio incluida de los gobernantes de turno que temen enfrentar al sector.
En segundo lugar, y con el beneplácito de los primeros, figura la élite de los contrabandistas, dividida en múltiples áreas. Liderada por el cartel de los chuteros. Mientras el resto del mundo impone fuertes restricciones al parque automotor demandado menos emisiones y migración a vehículos eléctricos, en Bolivia, circulan más de 200.000 autos chutos. El “paraíso de los chutos” titula un medio internacional. Mientras el pueblo se divierte viendo la filmación de La reina del sur, la verdadera mafia enfrenta con armas al pobre y desamparado Viceministerio de Lucha contra el Contrabando (alerta de ironía) que no sabe cómo lidiar con estas organizaciones criminales. Tal vez sea porque al Gobierno le gustan las palabras nacionalización, perdonazos, o facilidades para “regularizar mi taxi porque vivo al día”. Pero para los prestes en Patacamaya, con grupos tropicales y Modern Talking como grupo de fondo, parece que “vivir al día” rinde bien.
Cuando el vice Choquehuanaca dice “frenemos la hipocresía con la madre tierra” me pregunto si se refiere a que Bolivia es uno de los países más contaminados por emisiones de autos, el que más deforesta en la región, que más mercurio compra para la minería ilegal o que avala asentamientos ilegales en parques protegidos. Creo que no, seguro eso es culpa de los pititas.
El tercer lugar o cuarto lugar lo cedo a usted amable lector. Seguro se le ocurren más elites que gobiernan a la hija de Bolívar.
La autora es periodista
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER