Nuestras bibliotecas vivas
Una vez escuché que cómo una sociedad trata a sus niños y adultos mayores es como una sociedad es, en este marco también viene a la memoria lo que dijo el escritor y defensor de la tradición oral Amadou Hampâté Bâ: “En África, cuando un anciano muere, una biblioteca arde, toda una biblioteca desaparece, sin necesidad de que las llamas acaben con el papel”, es en ese sentido que la columna de hoy y para despedir el mes de abril, recuerda lo importante de recordar que el 29 de este mes se conmemora en Europa el Día Europeo de la Solidaridad y la Cooperación entre Generaciones.
A pesar de que en nuestras geografías no existe esta efeméride, es importante remarcar cuán vital es generar inclusión y participación activa del adulto mayor en la vida social, porque ellos, además de ser nuestras bibliotecas vivas, son la memoria, la experiencia vital del mundo y en este marco se debe propiciar la relación intergeneracional, el puente donde los más jóvenes tomen contacto con aquellos que han caminado por más tiempo. El objetivo es generar ese diálogo fundamental entre generaciones, eso que probablemente perdemos por vivir en una lógica de exaltación del yo, de una individualidad exacerbada donde por supuesto existe de forma latente y manifiesta un terror a envejecer, es como si el Peter Pan que vive en nosotros deseara permanecer eternamente, olvidando que el transcurso del tiempo nos deja un itinerario de quiénes fuimos.
Este fin de mes nos recuerda la importancia de avivar el diálogo generacional, sobre todo en este tiempo de emergencia sanitaria. Por ejemplo, para conmemorar esta fecha, el Programa de Acercamiento Intergeneracional de cuatro universidades de España ha organizado una mesa redonda telemática con el título Mayores por el mundo en la que participará el alumnado internacional con la finalidad de plantear un debate e intercambio de la realidad actual del adulto mayor y no solo eso, sino pretende solidificar lazos y escuchas que permitan mejorar la condición emocional de los mayores.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, es fundamental reivindicar el rol de las personas mayores. Cuando se propicia una relación intergeneracional se propician lazos identitarios y de pertenencia, de igual manera se permite un envejecimiento activo, motivando a los adultos mayores a una vivencia única y digna. Es importante remarcar que, en el actual contexto, las condiciones de este grupo han sido totalmente vulneradas, en este sentido la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) informa que: “Hay preocupación debido a que las medidas de distanciamiento físico pueden afectar la salud mental y el bienestar general de las personas mayores. No está claro si las acciones que se implementan están llegando a quienes más las necesitan, incluyendo a aquellas personas mayores rurales, indígenas o en situación de calle. La violencia contra las personas mayores también es un asunto sobre el cual se necesita prever algún tipo de intervención”.
Columnas de CECILIA ROMERO