¿Qué sabemos del Carnaval?
J. J. RODRÍGUEZ FLORES
No es lo que muchos piensan: “que todo el año es carnaval”, y por lo tanto puede cambiarse de fecha, alargarse, utilizar cualquier palabra, mejor si está relacionada con un dialecto “originario”, considerarla como una fiesta pagana o propia de culturas ancestrales, etc., etc. Todo esto sucede, porque algunos de los que plantean estos cambios, desconocen el verdadero origen del carnaval.
Con el transcurso del tiempo, como sucede con otras actividades, al haberse olvidado la finalidad y el origen del carnaval, y haberse creado un contenido de diversión y distracción, habérselo relacionado con el paganismo, con Baco, dios romano del vino, la vendimia y los bebedores, y/o Dionisio, en la mitología griega, lo cierto es que el carnaval es una parte del calendario litúrgico de la Iglesia Católica.
El Carnaval está relacionado con la Pascua Judía, debido a que durante este periodo, en el siglo I, fue crucificado Cristo, “el ungido”, o el Mesías, “el enviado de Dios”. La Pascua Judía, fiesta solemne de los judíos, conmemora la liberación de este pueblo de su cautiverio en Egipto, que se celebra en el plenilunio (luna llena) del mes de marzo.
La Pascua o Semana Santa, de la Iglesia Católica, se celebra el domingo siguiente al plenilunio del mes de febrero, que varía entre el 22 de febrero y el 25 de abril.
Por lo tanto la Semana Santa, junto con el Carnaval, la Cuaresma y el Corpus Christi, son fiestas movibles, que cambian con la posición de la luna de un año a otro.
Para el 2020, se ha establecido el carnaval, para los días 23, 24 y 25 de febrero, siendo el 26 Miércoles de Ceniza e inicio de la Cuaresma, cuarenta días hasta el Domingo de Ramos el 5 de abril, fecha en la que empieza la Semana Santa y el 10 de abril en que se celebra el Viernes Santo. En el año 2019, el carnaval se celebró entre los días 3, 4, y 5 de marzo, y el 6 fue Miércoles de Ceniza.
De acuerdo con su significado, las palabras que más se utilizan para designar esta festividad provienen del italiano Carnevale: Carne = carne, vale = eliminar, lo mismo sucede con Carnestolendas, que proviene del latín: carnis = carne, tollere = quitar; es decir que ambas palabras se refieren, específicamente, a una prohibición del consumo de carne.
Si esto es así, podemos afirmar que originalmente el carnaval (prohibición de comer carne) se refería a la cuaresma, o los cuarenta días de ayuno y recogimiento espiritual, que empieza el miércoles de ceniza hasta el Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa
En el carnaval europeo, el ayuno de la cuaresma, tiene una larga historia siendo el más famoso el de Venecia, “que se conoce a partir de las tradiciones del año 1296, ya que el Senado de Venecia declaro festivo, el ayuno de la cuaresma o carnaval, un siglo antes, en 1196, aunque las primeras referencias escritas, datan del año 1342”
Los tres (3) días de carnaval, como se lo conoce actualmente, “fue organizado, (probablemente en los siglos XII o XIII), por Christopher Tolive, secretario de los Dux de Venecia”, quien le agregó tres (3) días de fiesta a la cuaresma. Este carnaval tuvo su origen en el hecho de que Tolive pensaba “que era necesario algo para que la nobleza pudiera salir a ver el pueblo común y corriente”, pero poco a poco todo fue cambiando y así terminaron siendo, estos tres (3) días, una fiesta para el pueblo.
Estos fueron los inicios del carnaval, que empieza en Venecia el domingo de carnaval, con el vuelo del Ángel o de la Colombina, que es lanzada desde el campanario de la Iglesia de San Marcos hacia el Palacio Ducal.
La costumbre de utilizar el agua, durante los tres días que dura el carnaval (domingo, lunes y martes) parece que es muy alto peruana o boliviana, a lo que vulgarmente se conoce como el hecho de “jugar con agua”, que tendría una relación con ritos o rituales religiosos, donde se utiliza el agua como medio de purificación, antes de entrar en la cuaresma. Ni el pujllay – jugar en kjechua, ni el anata – jugar en aimara, son el fin principal del carnaval, sino que este consiste de bailes y diversión, donde la población en general, o parte de ella, realiza fiestas de mascaras, comparsas y bailes.
Como se ha visto, el carnaval está relacionado con ritos religiosos propios de la Iglesia Católica. Por lo tanto, la forma actual del carnaval o lo que se llama carnaval, al estar relacionado con el Calendario Litúrgico de la Iglesia Católica, no se supone que tenga un origen pagano o andino. Este acontecimiento público no se puede alargar, ni suprimir, ni cambiar de fecha, ni darle una connotación “originaria”, a gusto del cliente. Además, la fiesta del pre – carnaval (pre ayuno de la cuaresma) debería ser festejada o celebrada únicamente por todos los que siguen los ritos de la Iglesia Católica.
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