Homenaje a la memoria de Bethi Matienzo
Falleció recientemente en Buenos Aires, República Argentina, la insigne pianista cochabambina Bethi Matienzo Zenteno, cuyo mayor anhelo era que en Bolivia se ofrezca educación musical, a todos los niños, desde su más tierna infancia. Era sobrina del pianista y compositor Germán Matienzo, autor del himno a las Heroínas de la Coronilla.
Bethi Matienzo inició sus estudios musicales, cuando tenía nueve años, en la academia Man Césped de Cochabamba. Desde sus 15 años prosiguió sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música “Carlos López Buchardo”, de Buenos Aires, hasta graduarse como profesora superior de piano y canto. Posteriormente realizó estudios de actualización y especialización dentro del campo del arte musical. Después desarrolló una vasta labor docente en nuestro país y en la Argentina, además de ofrecer numerosos conciertos de piano y también conferencias sobre la pedagogía musical, que siempre evoluciona, y para el perfeccionamiento de las técnicas de formación docente en escuelas y colegios.
En Cochabamba, fue docente del Instituto Laredo y además descubrió importantes talentos en niñas y niños, a los que fue formando con especial dedicación, tanto para el canto como para el piano. Muchas de ellas y muchos de ellos, brillan en diferentes escenarios de nuestro país y de todo el mundo. Los que se encontraban en Cochabamba, en febrero de 2013, le testimoniaron su emocionado reconocimiento, en un brillante “Recital de Música sin Fronteras”, que presentó en el Centro Boliviano Americano de Cochabamba, el Club del Libro “Virginia Aguirre de Ballivián” al que ella pertenecía. En esa presentación actuaron Bethi Matienzo, sus familiares y varios de sus alumnos.
En esa oportunidad, ella lamentó que en Bolivia se haya eliminado la educación musical en los niveles prebásico y básico, y que se haya reducido a lo mínimo en otros ciclos de la enseñanza. Informó que en la Argentina, mediante una reforma, se instituyó la formación de profesores y profesoras con especialización para brindar educación musical precisamente en los jardines de infantes. Expresó su esperanza de que en su país, Bolivia, se haga una verdadera reforma educativa que no solamente respete sino que estimule ese derecho de todos los niños, puesto que la música es la expresión más pura de los sentimientos humanos.
El mejor homenaje que se puede tributar a su memoria es hacer realidad su anhelo de brindar, en nuestro país, educación musical a todos los niños.
Al cumplirse nueve días de su viaje al más allá, se ofrecerá una solemne misa a la hora 13.00 de este martes 12 de febrero en el templo de La Recoleta.
El autor es periodista