La ultraderecha tendrá poder de “veto” en reforma de la Constitución chilena
El ultraderechista Partido Republicano, partidario de mantener la actual Constitución chilena, obtuvo, tras su arrasadora victoria en las elecciones constituyentes del domingo, 22 consejeros, los necesarios para tener poder de veto en el órgano constitucional, que, sumados a los escaños logrados por el tradicional Chile Seguro, no necesitará pactar con la izquierda para aprobar la nueva Carta Magna del país trasandino.
El bloque de la derecha obtuvo el 56,49% (un 35,42% de la extrema derecha del Partido Republicano y un 21,07% del tradicional Chile Seguro), las listas de izquierda y de centro alcanzaron un 37,53% (un 28,57% Unidad para Chile, de Boric, y un 8,96% Todo por Chile) y el populista Partido de la Gente logró el 5,48%.
El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, dijo que “triunfó el sentido común” y pidió “que nunca más el sectarismo se apodere del país”.
Kast, partidario de mantener la actual Constitución, señaló que los ciudadanos han elegido a su lista por su “compromiso y coherencia”.
”Logramos una meta importante, pero no es tiempo de dividir el país, sino de trabajar en unidad por el bien de Chile”, agregó.
Boric pide diálogo
El presidente de Chile, Gabriel Boric, pidió al Partido Republicano “actuar con sabiduría y templanza” tras su apabullante triunfo en las elecciones constituyentes.
En cadena nacional, el mandatario instó, asimismo, a “no cometer los mismos errores” de la izquierda durante el primer proceso constitucional, que fracasó el pasado septiembre cuando el 62 % de los chilenos rechazó la primera propuesta de Carta Magna.
”El proceso anterior, debemos decirlo, fracasó porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto. Quiero invitar desde ya al Partido Republicano a no cometer el mismo error que cometimos nosotros”, indicó el gobernante.
Cómo funcionará
El Consejo Constitucional, que sesiona desde junio, recibirá, para su revisión y ajustes, un texto elaborado previamente por expertos con 12 principios esenciales que no podrán ser modificados, por ejemplo, el que consagra a Chile como una economía de mercado con participación estatal y privada.