El Banco Mundial baja su previsión de crecimiento del PIB al 2,5% en 2023
Aunque el Gobierno nacional mantiene su proyección de crecimiento económico del 4,86 por ciento para la gestión 2023, el Banco Mundial prevé una ralentización económica con una disminución en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) al 2,5 por ciento.
En abril, el Banco Mundial proyectó un aumento del PIB del 2,7 por ciento para 2023; sin embargo, ayer, en un nuevo informe, redujo esta previsión al 2,5 por ciento. Estimó además una tendencia a la baja en las próximas gestiones: 2 por ciento de crecimiento para 2024 y 2025.
En opinión del economista Germán Molina, las proyecciones de los organismos internacionales no son favorables debido a factores externos como el incremento de las tasas de interés en Estados Unidos y Europa que limita el acceso a créditos, lo cual impacta en una disminución en la demanda de insumos y materias primas como las que ofrece Bolivia.
Según Molina, la contracción económica proyectada por el Banco Mundial también tiene que ver con factores internos como la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN), la disminución de las exportaciones y la inversión pública y privada. Además, inciden factores como el crecimiento de la tasa de inflación y la merma del consumo.
Molina dijo que, como viene ocurriendo en los últimos años, habrá una baja ejecución de la inversión pública ya que el Estado no tiene la suficiente liquidez, de modo que las nuevas obras quedarán en simples anuncios.
En este escenario, el analista aseguró que no se cumplirá la proyección de crecimiento del Gobierno (4,86 por ciento), pues hay mayor probabilidad de que el crecimiento se asemeje más al previsto por los organismos internacionales como el Banco Mundial (2,5 por ciento).
Por su parte, Luis Fernando Romero, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, afirmó que la escasez de dólares en el país afectará a los agentes públicos y privados, lo que a su vez limitará el crecimiento económico.
Romero mencionó que el Gobierno redujo en 20 por ciento el presupuesto destinado a la inversión pública. Si bien esta medida frenará el gasto público, incidirá en un menor crecimiento económico, dado que la inversión pública es considerada el motor del modelo económico del Gobierno.
Romero dijo que la proyección optimista del Gobierno “no tiene sentido”, puesto que, en el contexto actual, es más probable que el crecimiento económico en 2023 se aproxime más al 2 por ciento que calculan los organismos internacionales que al 4,86 por ciento que prevé el Gobierno.