Analistas: Ley de Asociaciones en el sector hidrocarburos dará resultados en 10 años
Después de que el Gobierno anunció que trabaja en una Ley de Asociaciones en el sector hidrocarburos para fomentar la exploración y explotación con empresas extranjeras, analistas consideraron que la norma solucionará sólo una parte del problema y demoraría hasta 10 años en dar resultados.
Por ello, los especialistas recomendaron una solución estructural con una nueva Ley de Hidrocarburos.
En pasadas semanas, el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, indicó que la Ley 3058 de Hidrocarburos cumplió su ciclo y que el Gobierno trabaja en nuevos incentivos y una futura Ley de Asociaciones en el sector.
El investigador en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, indicó que la Ley de Asociaciones estará orientada sólo a promover la actividad de exploración y explotación para subir la caída de hidrocarburos y no tomará en cuenta otros aspectos, como el subsidio a los hidrocarburos, transporte, almacenamiento, institucionalidad de YPFB, transparencia, manejo ambiental, régimen fiscal, acceso a la información y otros.
Para mejorar estos aspectos, se requiere una nueva Ley de Hidrocarburos que resuelva el problema estructural.
Aunque la nueva Ley de Asociaciones puede resolver una parte del problema, Velásquez dijo que sus resultados recién se verán en unos 8 a 10 años si las modificaciones a la norma se hacen bien.
Por ese motivo, el analista indicó que la crisis económica por la caída de la exportación de hidrocarburos y altos costos de subvención persistirá un largo tiempo.
“Si se hacen bien las cosas y esta ley crea condiciones favorables para atraer inversiones, recién se verán los resultados en 8 a 10 años. Eso es importante considerar, no porque haya una nueva ley por arte de magia cambian los resultados”, agregó.
También alertó sobre un problema estructural que sólo puede resolverse con una nueva Ley de Hidrocarburos que esté acorde a la realidad del país, la coyuntura regional e internacional.
“Una Ley de Asociaciones queda muy corta frente a estos grandes desafíos que implica una nueva política hidrocarburífera”, dijo Velásquez.
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos coincidió en que se debe realizar una reforma hidrocarburífera bien hecha para que el capital privado vuelva a Bolivia.
Explicó que la exploración es una labor de riesgo, por lo que se debe motivar a las empresas extranjeras a volver a trabajar en el país. También sugirió corregir el sistema fiscal y reducir los impuestos, diferir el IDH al pago de utilidades o lo que puedan hacer atractivo a Bolivia.
“Hemos esperado que las reservas de gas y petróleo caigan demasiado tal vez para reaccionar, nunca es tarde. Creo que es importante hacer una reforma bien hecha”, señaló.
La ley 3058 cumplió su ciclo
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, afirmó a mediados de abril que la actual Ley de Hidrocarburos cumplió su ciclo luego de 18 años de vigencia, por lo que anunció una normativa orientada a la atracción de inversiones en exploración.
“Es importante mencionar también que las normas no son estáticas, la ley 3058 ya ha cumplido un ciclo y nosotros estamos trabajando en la modificación de estos esquemas normativos”, indicó.
El anuncio de una nueva ley para este sector estratégico viene luego de una importante caída en la producción de gas natural, que bajó de 60 millones de metros cúbicos día (MMm3d) en 2014 a 37 MMm3d en 2023.
Elevada carga fiscal frena las inversiones privadas
El analista en hidrocarburos Álvaro Ríos afirmó que las empresas internacionales no invierten en Bolivia por el elevado tributo y porque la norma les exige vender el barril de petróleo a 27 dólares y el gas a un dólar y medio el millón de BTU (Unidad Térmica Británica (BTU), en promedio.
“Entonces, el precio bajo, sumado a un elevado impuesto, desincentiva la inversión”, explicó.
Además, el especialista subrayó que es necesario tratar también el tema de YPFB, que debe ser más flexible para realizar estudios previos a las firmas de contrato, y que éstos sean ágiles.
Ríos también recomendó acelerar los procesos y comenzar a trabajar inmediatamente para revertir la crisis hidrocarburífera que vive el país.
“No podemos esperar un año o año y medio para sacar una norma. Yo creo que en unos tres meses es suficiente, ojalá sea bien hecha y tenga los incentivos necesarios para que el capital privado invierta en Bolivia”, dijo.
Añadió que este asunto es de prioridad nacional, puesto que de lo contrario Bolivia estará importando hidrocarburos durante los próximos 30 años.