Fumigan cultivos de maíz en el valle para contener a la plaga del gusano cogollero
Los productores de los municipios de Cliza y Toco comienzan a fumigar con insecticidas sus cultivos de maíz para controlar la proliferación del gusano cogollero que devastó más de 100 hectáreas de producción.
La desesperación por las pérdidas cuantiosas que soportan a causa de la plaga motivó a los agricultores a buscar alternativas para evitar más daños.
El director departamental de Desarrollo Agropecuario, Jhonny Laime, confirmó ayer que la Gobernación coordina con los municipios y las organizaciones medidas para reducir la afectación a la producción.
“Se tiene que controlar a base de insecticida. Se está coordinando con los municipios y organizaciones para proveer. Nosotros de inicio recomendamos que sea etiqueta verde”, afirmó.
Laime sostuvo que se verificó la presencia masiva del gusano en tres municipios del valle alto: Toco, Tolata y Cliza.
Remarcó que en las inspecciones se verificó que el insecto está atacando a los cultivos de diferente manera.
“En Toco, hemos detectado que existe el gusano cogollero más minador, que es el consume más el follaje, y en Tolata hay en menor cantidad, pero está afectando más que todo al maíz en crecimiento y algunas veces a la mazorca”, dijo.
Asimismo, el director departamental de Desarrollo Agropecuario atribuyó la presencia masiva de las orugas al cambio climático y remarcó que el insecto tiene hábitos nocturnos y una forma de prevenir su propagación es el riego periódico de las plantaciones y evitar los monocultivos.
Puntualizó que la aplicación de la cantidad y otras características de los insecticidas debe ser controlado por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) para no afectar a la salud de los productores.
Sin embargo, el funcionario aseveró que se sugirió solamente emplear el de etiqueta verde y azul porque los de color rojo y amarillo son peligrosos, por lo que requieren protección especial para su uso.
Aclaró que la presencia del gusano cogollero no es una novedad en los valles, puesto que es habitual encontrarlo en la cosecha de choclo, pero en las últimas semanas provocó alarma porque terminó apareciendo en gran cantidad. Se estima que la hembra puede poner hasta 1.600 huevos, concluyó.
El maíz dañado no se puede consumir
El técnico de la fundación Proinpa, Juan Vallejos, alertó que el maíz dañado por el gusano cogollero no es apto para consumo, por lo que las plantaciones devastadas deben ser desechadas.
Indicó que los cultivos no se pueden emplear ni para alimentar al ganado vacuno y, si no se asumen medidas, podría terminar afectando a plantaciones de durazno, manzana, zapallo y otros productos, por lo que urge que los productores se organicen para combatirlo.