Matadero de Cliza colapsa y buscan habilitar nueva edificación tras 10 años
Con más de 50 años en funcionamiento y colapsado, así se encuentra el matadero de Cliza en el valle alto de Cochabamba. Ubicado en pleno centro urbano del municipio, la antigua infraestructura aún se sigue utilizando para el sacrificio de más de 6 mil cabezas de ganado bovino, porcino y ovino al mes. En tanto, una nueva edificación destinada al mismo fin se deteriora desde hace una década en la comunidad de Ucureña.
Aunque vecinos y matarifes coinciden en que los animales son faenados en medio de deficiencias como la falta de tratamiento de las aguas servidas generadas por la actividad y el hacinamiento. A la fecha, todavía no cuentan con alternativas a corto plazo para mejorar el servicio.
El alcalde de Cliza, Limberth Andia, reconoció que, pese a las mejoras, el matadero ya cumplió su ciclo, por lo que se trabaja para habilitar la nueva edificación, aunque se requieren 6 millones de bolivianos para reactivar el proyecto.
Aseveró que se busca financiamiento para reanudar con los trabajos. “Nuestro matadero ya cumplió su ciclo de vida, pero a pesar de eso nosotros lo mantenemos en condiciones para que pueda seguir trabajando. Paralelo a ello, el año 2013 se inició la construcción de una nueva infraestructura, que se podría decir que ha sido paralizada en su construcción”, dijo.
Algunos vecinos denunciaron que la nueva infraestructura es considerada un “elefante blanco” y que incluso existen rumores de que no reúne las condiciones para faenar animales.
Sin embargo, el munícipe informó que se contrató una consultora para que realice un estudio técnico, cuyos resultados demuestran que la edificación sirve, aunque se deben hacer algunos ajustes antes de hacerlo funcionar.
“En algún momento, la población dijo que era una mala construcción. Por eso hemos acudido a una empresa para hacer todos los estudios necesarios en el área civil, y lo que se ha determinado es que la obra puede continuar. Lógicamente, por el tiempo que se abandonó, la construcción ha sufrido algunos deterioros”, añadió.
El expresidente del Concejo y vecino de Ucureña, Félix Pinto, informó que la nueva infraestructura comenzó a edificarse en 2010 y la primera fase, que es la obra gruesa, concluyó en 2013 con una inversión de 2,3 millones de bolivianos, que fueron financiados por Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), dependiente del Ministerio de la Presidencia.
“Cuando se entregó, tuvimos un tropiezo, no contaba con la aprobación del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). El proyecto se hizo rápidamente para no perder el financiamiento”, sostuvo.
En un recorrido realizado por este medio se constató que la nueva infraestructura luce abandonada, varios muros presentan grietas y el piso tiene hundimientos. Asimismo, se verificó que el camino de ingreso a la construcción es precario, el vidrio de varias ventanas está roto y los pasillos angostos fueron vandalizados.
Pinto puntualizó que la construcción se emplazó sólo para sacrificar ganado porcino y ovino debido a que Cliza aporta con el 70 por ciento de carne de cerdo al mercado cochabambino.
Advirtió que se intenta adecuar la infraestructura para habilitar un matadero para ganado bovino. Esto podría poner en riesgo toda la edificación, por lo que no es recomendable.
Contraloría observa descarga de aguas
La Contraloría General del Estado, a través del informe de supervisión K2/GP42/S19-G1, elaborado en 2019, observó la falta de tratamiento de aguas servidas descargadas por el matadero de Cliza que afectaría directamente al principal río.
El informe recomienda a la Alcaldía mejorar este aspecto. Andia indicó que se trabaja con Aguatuya para superar esta deficiencia y prestar un mejor el servicio.