El castillo de Potrero, un sueño hecho realidad que busca proteger el arte
Envuelto en la serenidad de los verdes paisajes, la caótica ciudad a la distancia y la imponente presencia del Tunari, el centro cultural Sumaj abrió hace un mes las puertas de su castillo, resultado de “un sueño de niño”, y que busca “proteger” el arte en la comunidad de Potrero, en Quillacollo.
En los años 70, Juan de Dios Espinoza emprendió su viaje por tierras europeas llevando la música folklórica junto al grupo Sumaj —del que aún forma parte— y el deseo de cumplir su anhelo de niño creció. “Al ver en las historietas, películas, tenía la idea de en algún momento hacer un castillo y creo que se hizo realidad”, señaló.
“Vi tantos castillos en mis viajes”, contó con emoción en su voz. Retornó a su tierra natal, buscó en diferentes zonas de Quillacollo y finalmente encontró, “de casualidad”, el lugar ideal: un terreno en la comunidad de Potrero donde su sueño sería edificado.
Hace dos décadas comenzaron los trabajos y el castillo diseñado con sus conocimientos de arquitectura fue cobrando forma. Primero erigió la muralla perimetral en el área de 2 mil metros cuadrados. Las piedras halladas durante la nivelación forman parte esencial de la estructura.
“Según el diseño ubicamos las plantas, todo se ha planificado y lo que teníamos pendiente era la torre”, señaló. En el inicio de la pandemia tomó un nuevo impulso y junto a cuatro personas levantaron la torre en un año y medio de esfuerzo dedicado. “Aún faltan detalles”, mencionó con humildad, pero el castillo brilla con un 80 a 90 por ciento de avance.
Además, cuenta con la exposición de fotografías y cámaras antiguas de la colección privada de Tito Terán. “En los castillos se protegía a la gente y aquí tratamos de proteger el arte, ésa es la idea”, destacó. Indicó que durante el año recibirán diferentes exposiciones sin cobrar por los ambientes.
El centro cultural Sumaj se ha convertido así en un punto de referencia en Potrero y es un legado cultural y artístico que refleja la dedicación, la creatividad y la perseverancia de Espinoza, dejando una huella perdurable en la región.
Espinoza, junto a Pepe, un amigable burrito, y sus “peludos” amigos, Sofi, Huáscar y Jade, recibe con calidez a los visitantes los fines de semana o previa coordinación contactándose al 71422113.