Vecinos denuncian pérdidas y fugas por el pavimento en la avenida Pisiga
Los vecinos de la Asociación de Agua Potable y Alcantarillado San Andrés (AAPSA), de los barrios Alalay y Alto Mirador, denunciaron que perdieron unos 100 mil bolivianos por la rotura de tuberías y fugas de agua durante las obras de pavimento de la avenida Pisiga, entre Uncía y Silala, al sudeste de la ciudad, en el D-14.
La avenida, aledaña a Villa Pagador, comenzó a mejorarse hace un año como parte del proyecto municipal de 400 mil metros cuadrados en los distritos 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 14, con un presupuesto de 157 millones de bolivianos.
Uno de los integrantes de AAPSA, Miguel Ángel Mayta, dijo que la falta de socialización oportuna del proyecto provocó que varias tuberías se rompan y que los vecinos se queden sin servicio.
“No estamos en contra de esta obra; estamos felices, pero no han socializado en su debido momento. Han llegado con su maquinaria pesada y nos han hecho destrozos en nuestra tubería. Hasta el momento, ya hemos perdido más de 100 mil bolivianos y, si sumamos todo, son dos meses que hemos dejado sin agua a ambas OTB”, señaló.
El proyecto de pavimento es ejecutado por Mi Llajta, que agrupa a varias empresas, con un presupuesto global de 157 millones de bolivianos, por lo que no se especifica la inversión en este tramo.
El residente de obra de Mi Llajta, Juan Carlos Claros, indicó que su contrato sólo consiste en el pavimento. Aseguró que se hizo la socialización y las reparaciones.
“Les pedimos que nos indiquen sus tuberías y que el contrato no contemplaba la bajada de tuberías. Ellos llegaron a un acuerdo con la Alcaldía y se procedió a la excavación para la profundización de su tubería, les han dado dos o tres semanas una ‘gallina’ y nosotros como empresa hemos compactado”, explicó.
Según el residente, las tuberías estaban a poca profundidad y debían estar por debajo de los 50 centímetros.
Mayta dijo que cuentan con los respaldos y facturas para demostrar la pérdida de los 100 mil bolivianos para dar agua a sus 500 socios y ampliaciones. La cooperativa compra el agua de Misicuni en cisternas a 1,83 bolivianos el m3 para dos tanques, la distribuye por gravedad y los usuarios pagan por su consumo; sin categorías.
“Considero que una obra de 157 millones de bolivianos tendría que haber previsto daños, porque hasta casas han sido afectadas”, observó el delegado de AAPSA.
El dirigente de la OTB Alalay, David Choque, reiteró que no existió coordinación. Dijo que las tuberías se rompían “semana tras semana”.
“Nos hemos reunido varias veces con la subalcaldía. El contrato nos han dado a última hora cuando ya estaban terminando. No había arreglos, pero tiene dos seguros, pero no tenemos información, porque el seguro no ha aparecido hasta ahora. Yo no sé si el seguro está de pantalla”, observó.
El residente señaló que firmaron un convenio como Mi Llajta y Siajsa para entregarles 35 cisternas. El dirigente reconoció que existe el convenio, pero dijo que no cubre ni el 10 por ciento.
La obra está por concluirse y los vecinos piden la reposición de daños y una inspección. “Mi calle ha quedado colgada, elevada a dos metros y no tenemos salida a la avenida. Pedimos una inspección antes de la entrega”, pidió una vecina, Paulina Coca.
PUNTOS DE VISTA
“Considero que una obra de Bs 157 millones tendría que haber previsto daños por perjuicios, porque hasta casas han sido afectadas. Nos dicen ‘es un sacrificio necesario”, Miguel Ángel Mayta, bombero.
“A lo largo de todo ese año hemos tenido fugas de agua. La empresa ha estado en todo este tramo de la Pisiga y la Uncía, donde está la red de agua. El seguro no se ha aparecido”, David Choque, dirigente vecinal.
“Tenemos varias observaciones. La av. Pisiga podríamos decir que presenta varios errores de construcción. El muro de contención no continúa, es un peligro”, Paulina Coca, vecina.
“En el transcurso siempre ha llegado a chocar, se ha roto. Se pagó el plomero, se compró material y pérdida de agua se cubrió con 16 cisternas que se han devuelto”, Juan Carlos Claros, residente de obra.