Experto: la sequía puede durar nueve meses en el cono sur
La sequía tan dura que se vive en el cono sur de Cochabamba es parte de las características del clima en esta región, donde la época seca puede durar nueve de los 12 meses del año. Sin embargo, se sienten más porque faltan medidas para contrarrestar sus efectos, afirmó el docente universitario experto en bioclimatología Milton Fernández.
Explicó que en Bolivia se tienen diferentes tipos de clima y el de Cochabamba es xérico, es decir, se caracteriza porque se reporta más de cinco meses de sequía. En tanto, en el cono sur, donde está Pasorapa, Omereque, Aiquile y Mizque, se prolonga nueve meses.
“Esta sequía afecta a la disponibilidad hídrica, necesaria para la agricultura, ganado y el ser humano. Por esta región se presenta una sequía drástica, donde los animales no tienen agua”, detalló.
Ante la falta de agua, las plantas no crecen y llega un momento en que ya no hay pasto. “Las vacas comienzan a caminar buscando ramas frescas y en ese trajín se deshidratan y mueren de sed y de inanición”, remarcó.
“Lo que faltan son medidas preventivas para que estos fenómenos se minimicen. Además, construir represas y atajados”, instó.
Sugirió que para que no hayan sequías es necesario forestar con especies nativas, no con exóticas. También se requiere evitar la quema de los bosques. Denunció que este año se quemaron 60 hectáreas de kewiñas en Mizque, en Sachaloma. Con este tipo de prácticas, se busca generar pasto para los animales. “Si no hay bosque aumenta la sequía, porque la vegetación libera oxígeno y vapor de agua que generan lluvia local”, enfatizó.
Las alcaldías deben anticiparse
Los municipios donde la sequía es larga, como Aiquile y Pasorapa, debían haber realizado medidas preventivas y anticiparse al evento climático, planteó el docente Milton Fernández.
Entre las primeras medidas que se necesitan está la construcción de represas. Además, en los poblados alejados es necesario construir atajados que sirvan como embalses con materiales apropiados e impermeables para que el agua no se escurra y dure unos seis meses.
“Esos atajados son fundamentales tenerlos en buenas cantidades para que estos eventos de sequía no tengan un efecto tan fuerte en la ganadería con pérdidas económicas”, dijo.