¿Qué nuevos trabajos hay? La cuarentena dio lugar a cinco nuevos oficios
“Antes de la epidemia nos dedicábamos a otra cosa”, contó Marisol Flores, quien junto a su esposo, Julio Montaño, cambió su puesto de medias por fumigadoras para ofrecer el servicio de desinfección al paso, en la céntrica esquina de la avenida San Martín y Aroma.
Tras declararse la cuarentena por la pandemia por la Covid-19 tuvo que pensar en otra forma de generar ingresos. Ahora presta el servicio de desinfección.
“No tenemos ingresos, no contamos con ningún sueldo; tenemos un hijo con discapacidad y tenemos que comprar sus pastillas, por eso nos hemos animado a hacer este trabajo. Es una necesidad”, expresó, mientras esperaba atenta que algún peatón se animara a desinfectarse.
“El costo es a voluntad, es el cariño de la gente lo que nos aporta”, contó. De lunes a viernes se instala sin falta en su puesto, luego de caminar unos 20 minutos.
“Con la cuarentena teníamos que buscar formas para ganarnos la vida. Gracias a Dios la gente nos colabora, no nos falta el pan del día”, agradeció Julio, su esposo.
Comentó que por la cuarentena muchos de sus amigos “se han dedicado a varias cosas”. Algunos, ahora venden barbijos, guantes, alcohol en gel, desinfectantes, fumigadores e incluso eucalipto porque “ya no tienen para sobrevivir”, lamentó.
En medio de este panorama surgieron iniciativas que están dedicadas a fabricar cámaras de desinfección. Tal es el caso de Geancarlo Torrez y Adhemar Ramos.
“Ya no teníamos con qué pagar los alquileres, talleres, al personal y vimos una oportunidad en la fabricación de cámaras”, contó Geancarlo, quien desde hace más de 20 años ofrece servicios automotrices en su taller en Quillacollo.
“Ahora estoy tratando de buscar otras formas para generar dinero”, dijo al adelantar que está en otro proyecto relacionado al tema de prevención del virus.
Adhemar, ingeniero que fue parte del grupo que participó en las mesas de trabajo de la empresa Quantum Motors, para analizar maneras de apoyar para evitar la propagación del virus, también incursionó en la fabricación de cámaras.
“Buscamos maneras de mitigar el efecto”, dijo. Junto a siete profesionales y el apoyo de la empresa Edconing entregó 10 cámaras.
La actividad de Ana Chura también cambió. Dejó de vender tarjetas de teléfono y ahora ofrece productos de limpieza. “Hacemos esto porque tenemos familia que tenemos que mantener, alimentar”, explicó.
Como ellos, muchos optaron por buscar alternativas para sobrevivir en medio de la pandemia. Ese es el caso de Mercedes que cambió su puesto de hamburguesas por la venta de barbijos. Otro grupo que se ha potenciado es el de los repartidores o delibery. Cristian Urzagaste contó que no se quita el casco todo el día para protegerse.
Cobro a voluntad. No hay una tarifa fija para la desinfección, las personas dan un montó según su voluntad.